Preguntas, y respuestas, de la tragedia de Barcelona

Es otra de las cuestiones preocupantes, sobre todo después de que ese individuo había estado relacionado con un reclutador de yihadistas detenido en 2006, por lo que en principio cabría esperarse que había sido investigado en su momento. No obstante, desde entonces han pasado once años y es difícil que todos los que han aparecido en alguna investigación sean luego controlados. No hay medios humanos ni técnicos suficientes para ello, y los controles se hacen a partir de análisis de perfiles de riesgo.

Los Mossos aseguran que por el estado de destrucción de la casa tras la explosión, era imposible percatarse de que esta se produjo por sustancias distintas al gas.

Fluida, según admiten todos los implicados. Era evidente que los Mossos tenían que liderar la investigación, porque es una policía integral y el atentado se había producido en su demarcación, pero aquellos son conscientes de que es imprescindible la ayuda de los servicios de Información de la Policía, la Guardia Civil y también del CNI , que son los que tienen relaciones con los servicios amigos y están en los foros internacionales.

Sería absolutamente letal, tanto desde un punto de vista policial como judicial. En el primer caso supondría, simplemente, que los Mossos dejarían de recibir información de los servicios de inteligencia y policías extranjeros, y tampoco tendrían acceso a organismos policiales de coordinación internacional porque el resto de España no reconocería una Cataluña independiente. Desde la óptica judical, el juez de Cataluña al que le tocase instruir en sustitución de la Audiencia Nacional no dispondría de toda la parte del sumario en la que no intervienen los Mossos. El procedimiento estaría abocado al fracaso.

Correctas, de momento. El sábado hubo un amago de polémica entre el ministro del Interior Zoido y el consejero catalán Forn s obre si se podía dar por desaticulada la célula, pero ambos se apresuraron a aclarar malentendidos. Saben que están en juego cosas demasiado valiosas. Cuestión distinta son las salidas de tono de Forn, que distinguíó entre víctimas catalanas y españolas.