Del «fluye el amor en la política española» a la ira de Patxi López
Las anécdotas de la segunda votación de investidura no se hicieron esperar después del beso entre Iglesias y Domènech, que se produjo el pasado miércoles. Lo que empezó con bromas del líder de Podemos, que aprovechó para recordar el beso y decirle a Sánchez que ahora, «solo faltamos tú y yo», terminó en un rifirrafe entre Patxi López, Rafael Hernando y Joan Tardá por negarse el primero a darles la palabra
Después del beso entre el líder de Podemos, Pablo Iglesias con el de En Comú Podem, Xavier Domènech el miércoles al término de la intervención del diputado catalán, no se podía esperar mucho más para este viernes, en el que finalmente Sánchez no ... consiguió el apoyo de la Cámara para ser investido presidente. [ Sigue en directo todas las novedades sobre el debate ]
Pero contrariamente a los pronósticos, las anécdotas no se hicieron esperar. Un excesivamente bromista Pablo Iglesias recordó su beso con Domènech y el revuelo que generó en los medios, y aprovechó también para mencionar la «confesión» de Andrea Levy , del Partido Popular, que dijo que le gustaba un diputado de Podemos, Miguel Vila. Iglesias, contento con el nuevo «romance» y sin dejar de lado la ironía, les ofreció su propio despacho para que se conozcan.
Lo que empezó con bromas y alusiones al amor, «Fluye el amor en la política española. Pedro , solo faltamos tú y yo», le dijo riendo a Sánchez, terminó con la ira del presidente del Congreso, Patxi López , que discutió fuertemente con el portavoz de ERC, Joan Tardá.
El tan utilizado «turno por alusiones»
López escuchó el pedido de Girauta, pero le dijo que su pedido, en todo caso, se enmarcaba en « el turno por alusiones » y que no debía «intentar interpretar el reglamento».
Finalmente, dejó hablar a Girauta, que contradijo las palabras de Rufián asegurando que «Ciudadanos condenó el franquimo el 27 de septiembre de 2013 en el Parlament de Cataluña».
Esto provocó la intervención de Rafael Hernando , portavoz parlamentario del PP, que también pidió la palabra por alusiones . Pero López se negó esta vez, visiblemente enfadado , al ver que con cada interrupción, era imposible darle continuidad al debate.
Abucheos y aplausos
Por otra parte, y antes de que comience el debate, el « amor » también se pudo ver en la calle. Decenas de ciudadanos, que no es habitual ver a las puertas del Congreso, se concentraron para aplaudir a algunos políticos .
Muchas personas que abarrotaron la Carrera de San Jerónimo no perdieron ocasión para abuchear a muchos dirigentes que llegaban andando al Congreso de los Diputados, entre ellos Sánchez ; el presidente en funciones, Mariano Rajoy ; o los líderes de ERC.
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