La oposición deja solo al presidente y lo acorrala con duras críticas a su gestión
La oposición en bloque acorraló ayer a Zapatero en el Congreso. Incluso los grupos que apoyaron sus cuentas para 2009 -PNV y BNG-, lo dejaron solo. La situación es tan grave, que nadie quiere acercarse al Gobierno, no vayan a ser que se quemen con ... él. Nadie disimuló en sus ataques al Gobierno. «Coja de una vez el timón de la nave», le recriminaba Josu Erkoreka, portavoz del PNV. «El Gobierno ha perdido la brújula y se le ha escurrido la credibilidad por el sumidero de la crisis», denunciaba Joan Ridao de ERC. O la llamada al consenso que hacía el portavoz de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida, «o nos ponemos de acuerdo o la crisis nos gana el pulso», después de afirmar que «el Gobierno está desorientado y ha perdido el liderazgo». La misma llamada que realizaba la portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas, al pedir un «acuerdo político para sacar el país entre todos adelante».
En definitiva, una desautorización en toda regla y un rechazo a la política económica del Gobierno y a su presidente. Abrió el fuego el portavoz de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida, que no dudó en calificar de «equivocadas» las medidas de Rodríguez Zapatero, acusando a su Ejecutivo de «preferir las palabras a la actuación y de haber redactado unos «presupuestos que no sirven para nada». Para el dirigente nacionalista catalán, las medidas del Gobierno son «insuficientes, nadie las ha visto» y advierte que a este «nuevo escenario económico se llega sin estrategia».
Durán i Lleida entiende que «aquí nadie ha tomado decisiones» y que el Gobierno «está desorientado, ha perdido el liderazgo». A su juicio, la solución puede pasar por «ponernos de acuerdo en unas bases mínimas de consenso o la crisis nos va a ganar el pulso».
El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, que reconoció su apoyo a las medidas del Gobierno, afirmó que, precisamente por ese apoyo, ahora «procede evaluarlas». En esta evaluación no tuvo piedad y afirmó que Zapatero da la «imagen de un boxeador noqueado, sin energía, sin iniciativa», pidiéndole que «mire a la crisis de frente ¡Coja de una vez el timón de la nave! El Gobierno se encuentra desorientado o no se encuentra». Además, le pidió diálogo para afrontar juntos la crisis: «Liderar no es monopolizar decisiones con soberbia y prepotencia. Liderar es hablar y tejer complicidades con los grupos parlamentarios».
La necesidad del pacto también estuvo en la intervención del portavoz de ERC, Joan Ridao, que aseguró que el Gobierno ha perdido la brújula y se le ha escurrido la credibilidad por el sumidero de la crisis». Ridao le dijo a Zapatero que «no se deja ayudar y es necesario un gran pacto para sumar esfuerzos y repartir sacrificios».
El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, no pidió un pacto, pero sí «un cambio de estrategia, no simples medidas paliativas». Por el contrario, la portavoz de Coalición Canarias, Ana Oramas, sí que apostó por ese pacto: «Es necesario un pacto social para llegar a acuerdos básicos políticos para sacar al país hacia adelante. Hay que pensar en el futuro de un país, no de un Gobierno».
La diputada de Unión, Progreso y Democracia, Rosa Díez, le pidió a Zapatero que «salga de la trinchera, convoque a los agentes sociales, económicos y políticos para un gran pacto de Estado y si no es capaz, convoque elecciones». Finalmente, Uxue Barkos, de Nafarroa Bai, reclamó un «pacto por la eficacia y austeridad en el gasto energético».
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