«No se dudó del precio, la orden era contratar a Urdangarín y todo lo que venga de él»

El juicio por el caso Nóos se ha reanudado a las nueve y cuarto de la mañana con este interrogatorio, que ha permitido al fiscal Anticorrupción Pedro Horrach ir apuntalando las acusaciones, especialmente contra Jaume Matas, Iñaki Urdangarín y Diego Torres .

Así, Ballester ha explicado cómo se manipulaban los expedientes para justificar las adjudicaciones, primero, a Nóos Consultoría Estratégica en lo que se refería al patrocinio del equipo ciclista Banesto-Illes Balears, y luego de los convenios para la organización de los Illes Balears Forum, eventos destinados a diseñar estrategias para combinar el turismo y el deporte. «Lo único que se hacía era vestir el santo» para dar apariencia de legalidad de esas adjudicaciones , que se hacían a dedo por orden de Jaume Matas, ha precisado.

Tampoco se pedían después las facturas a Nóos que justificasen los gastos -«no era ese mi trabajo y nadie me lo pidió», ha señalado el acusado-, por lo que era imposible saber si los eventos habían sido más baratos de lo presupuestado, o se había gastado bien el dinero público. Simplemente, la orden venía de Matas «y todos sabíamos lo que había que hacer. Las órdenes del presidente no se discutían».

A lo largo de toda la declaración de Ballester, Matas ha ido tomando notas, en diversos folios, de las palabras del ex director general . En la Sala está prohibida la entrada de teléfonos móviles y de ordenadores, por lo que sólo es posible hacer anotaciones en libretas o folios.

Ballester ha estado preciso en las fechas y ha contado además, cómo se manipulaban actas de supuestas reuniones que nunca se llegaban a celebrar. En un determinado momento, después de que Horrach le hiciera ver todas las iregularidades que se cometían no ha podido evitar responderle: «¿No ve que me enfado cuando me dice las cosas que he hecho mal?» , lo que ha provocado la lógica sonrisa en la sala.

Uno de los episodios que ha contado fue el momento, en 2007, que decidió no seguir pagando al Instituto Nóos porque no estaba cumpliendo el segundo convenio. Para entonces, supuestamente Urdangarín ya no estaba en la entidad presuntamente sin ánimo de lucro pero a pesar de eso le llamó por teléfono para pedir que pagara esa cantidad: «Me extraña que me llames para esto», le contestó. Lo más curioso de todo es cómo acabó el episodio, una semana antes de unas elecciones: «A la puerta de su despacho Matas me dijo que lo pagara, que no le fuera con esas cosas porque a él lo único que le importaba era los resultados electorales ».

Por su parte, la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, ha preguntado al acusado si se sentía ahora «engañado o usado» por algunas de las personas con las que trabajó. Ballester ha respondido que se había sentido «utilizado».

Y es que en aquella época las cosas en Baleares, según este acusado, funcionaban así... Ya se sabe, «si viene de Urdangarín se acepta» . Sin mayor problema.