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El narco que quiso matar al comisario

El jefe de Policía de Linares trabaja a 10 metros del traficante del que tiene orden de alejamiento; juró asesinarlo

El narco Rafael Alarcón durante su último juicio Cedida por Diario de Jaén
Cruz Morcillo

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Jesús Cobo no tiene miedo al cabo de una vida vistiendo el uniforme de policía, pero aun así en su cajón guarda una orden de alejamiento dictada por un juez el año pasado. Él es la víctima. El otro, el verdugo, un narco de ... medio pelo, vive a diez metros de la comisaría de Linares (Jaén), de la que Jesús es el jefe. «Desde su ventana se ve la puerta de la comisaría», explica a ABC. La orden de alejamiento, por tanto, es de diez metros; atípica, sobre todo porque Rafael Carlos Alarcón lleva seis años buscando la forma de asesinar al comisario. «Más tarde o más temprano, lo mataré», llegó a confesarle al médico que le trataba de su adicción a la cocaína.

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