El juez De Prada, de adalid de la libertad de expresión a censor de la prensa
El magistrado ha pedido amparo al CGPJ porque ve una «campaña mediática» contra él y pretende que se rectifiquen hasta editoriales
El juez José Ricardo de Prada, en una imagen de archivo
No es habitual que un juez pida amparo al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) porque siente amenazada su independencia, pero menos aún lo es que un magistrado que ha sido y es acérrimo defensor de la libertad de expresión pretenda censurar la de ... otros cuando actúan en su legítimo ejercicio del derecho a la información y opinión. Por eso no deja de ser paradójico que José Ricardo de Prada, uno de los tres miembros del tribunal de Gürtel, haya acudido al órgano de gobierno de los jueces para pedir que inste a tres medios nacionales, entre ellos ABC, a que rectifiquen nada menos que editoriales y artículos de opinión que le vinculan con la caída del expresidente Mariano Rajoy.
A De Prada se le atribuyen los párrafos de la sentencia de la trama de Correa que aludían a la caja B del PP sin que todavía se haya celebrado el juicio. Estas alusiones, arbitrarias e innecesarias, que se le reprocharon en un voto particular asumido la semana pasada por el Supremo, desencadenaron la moción de censura que acabó con el Gobierno del Partido Popular en 2018.
En su escrito ante el Consejo, De Prada dice ahora sentirse víctima de una «campaña «mediática» contra él que afecta a su «indemnidad profesional» e «inquieta y perturba gravemente» su independencia judicial. Ve esos artículos «como una presión y represalia» por su participación en la redacción de la citada sentencia y cree que es el «chivo espiatorio» sobre el que elaborar un relato interesado con el que socavar el sentido, credibilidad y validez de una resolución judicial que consideran desfavorable a los intereses que representan, con manifiesto desprecio de la verdad, y abuso del derecho de información y libertad de expresión». Pero va aún más lejos: el juez pretende que el CGPJ inste a estos medios a que rectifiquen sus artículos de opinión. En el caso de ABC, De Prada se siente «perturbado» por el editorial del pasado 15 de octubre titulado «Un Gobierno que no debió ser» . «El magistrado De Prada fue la mano que meció la cuna de un cambio de Gobierno, y sin la excusa jurídica que prefabricó, ahora anulada por el TS, Rajoy habría permanecido en La Moncloa», señalaba aquel texto.
De Prada, el mismo al que apenas unos meses después de aquella sentencia el PSOE quiso premiar con un sillón en el CGPJ –en la renovación frustrada de 2018–, no ha sido nunca un juez que haya puesto cortapisa alguna a la libertad de expresión, ni en conferencias ni en votos particulares. No lo hizo con el exconcejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata, cuando, en contra de sus compañeros, se opuso a que se le juzgara por mofarse de las víctimas de ETA y del holocausto con chistes macabros. Tampoco cuando se manifestó en contra de que César Strawberry, el cantante de Def con Dos, fuera juzgado en la Audiencia Nacional por enaltecer a ETA con las letras de sus canciones. Ni cuando suscribió un voto particular junto con, entre otros, el hoy ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska, en el que se opuso a que coronel retirado fuera condenado por llamar a Don Juan Carlos «genocida, putero, borracho y cabrón». Tampoco lo hizo en aquella sentencia en la que se negó a condenar a un joven que fue pillado «in fraganti» haciendo una pintada ensalzando a ETA . Con cierta «ingenuidad», el juez sostuvo que, al no haber terminado el chico su obra, quizá el sentido de la frase no era el que sus compañeros veían. «Orgullosos de vuestra lucha», decía. Y al lado, el anagrama de la banda.