Funcionarios de prisiones piden a Interior el cierre de los talleres de las cárceles por riesgo al contagio

En un escrito remitido a Instituciones Penitenciarias, CSIF rechaza que de forma unilateral haya ordenado la reapertura paulatina de estos talleres al considerar que es «una temeridad» porque su actividad no es estratégica en la lucha contra la pandemia y puede propagar aún más el virus entre el personal de Prisiones e internos.

Está previsto que los talleres de los centros penitenciarios de Álava y Estremera (que fabrican piezas para el mantenimiento de ascensores y el cableado de equipos) y los de Ocaña 1 y Ocaña 2 (Toledo), dedicados al ensamblaje de piezas y equipos de climatización , inicien su actividad en los próximos días, pese al estado de alarma y la emergencia sanitaria. El sindicato advierte de que esa «progresiva vuelta a la normalidad » permite el acceso de trabajadores externos al centro.

«En Prisiones hemos sufrido ya el fallecimiento de un compañero, actualmente hay unos 220 profesionales contagiados y más de 800 en aislamiento sanitario domiciliario o asintomáticos . La reapertura de talleres pone también en riesgo de contagio a la población reclusa (con cerca de 40 internos infectados y unos 500 en cuarentena)«, dicen.

Desde el sindicato, denuncian también que desde hace semanas que no se han realizado a todo el personal ni los test rápidos ni PCRs ni se les ha dotado de los equipos de protección adecuados. Exigen al Gobierno que sea previsor y aborde actuaciones necesarias ante una futura desescalada del confinamiento . Entre otras medidas, proponen instalar arcos para la desinfección exterior de vehículos y cámaras térmicas (infrarrojas) en los centros para identificar estados febriles, una medida preventiva eficaz, dicen, para detectar la fiebre mediante el escaneo de las personas que accedan a los centros penitenciarios.