ETA fingió su apoyo al debate interno de Batasuna por temor a un cisma

Pulso por el liderazgo

Expertos en la lucha antiterrorista consultados por ABC tienen datos que apuntan a que ahora ETA y la corriente posibilista de Batasuna mantienen un pulso por el liderazgo del llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) que, aunque tímido, sí constituye un hecho sin precedentes. Unos y otros coinciden en el objetivo: la reapertura de un nuevo «proceso de paz». Pero difieren en la estrategia. Así, los restos de Batasuna insisten en que en la actual coyuntura la «lucha armada», hasta su desaparición, debe quedar supeditada a las luchas política, institucional y de masas, de cara a facilitar la constitución de un polo soberanista -con EA y las bases descontentas del PNV, Aralar e incluso EB- que jugaría el papel de «frente negociador» ante el Gobierno. El presidente del Sinn Féin, Gerry Adams, ha instado al Ejecutivo a «hacer todos los esfuerzos» y a responder «de buena fe» al nuevo plan de acción batasuno, pues cree que es una oportunidad real de «acabar con el conflicto».

Así las cosas, los mismos medios insisten en que tanto la ponencia debatida y aprobada como la propuesta de Alsasua han sido elaboradas por Batasuna, «al margen de las directrices de ETA, aunque tampoco en contra de ETA». Este «pequeño paso» de la «izquierda abertzale» ha provocado recelos en la dirección de la banda, que no quiere el más mínimo margen para la sorpresa. Por ello, la cúpula etarra optó el pasado mes de enero por difundir un comunicado en el que «daba jabón» a Batasuna, ante el temor de que a medio plazo pudiera darse un cisma entre la banda y la «izquierda abertzale», pero al mismo tiempo advertía de que seguiría metiendo presión al Ejecutivo.

«Alsasua» versus «Anoeta»