Taguas: «Se penaliza el esfuerzo de las familias por prosperar»

Su análisis experto sobre el nuevo tributo es que no lo pagará ningún rico: —«Ni lo han hecho ni lo harán nunca, su patrimonio está bajo el paraguas societario», recuerda—, sino las familias. «Las familias, —explica—, ahorran una fracción de su renta para afrontar el futuro. El Impuesto sobre el Patrimonio grava el ahorro y, por tanto, penaliza el esfuerzo de las familias para prosperar». Y el veredicto de Tagua es que los ciudadanos deben pedir «inmediatamente» que esta imposición desaparezca.

—¿Justifica la reposición de este impuesto esa supuesta recaudación de 1.000 millones de euros?

—No existe ninguna razón económica que justifique esa reposición. Es un impuesto que contaba con importantes problemas técnicos, que no respetaba la equidad ni horizontal ni vertical y que era extremadamente ineficiente. Además, considero que se está sobrevalorando su capacidad recaudatoria, que es de 542 millones de euros de 2011

—¿Entiende a las Comunidades Autónomas que que han anunciado que no van a recaudarlo?

—Me parece magnífico que haya Comunidades Autónomas que no quieran recaudarlo. El Impuesto sobre el Patrimonio es especialmente contraproducente en la situación actual, con la economía española inmersa en una crisis de deuda soberana, una crisis de insuficiencia de ahorro. En estas condiciones, resulta muy contraindicado gravar el ahorro, en definitiva penalizar lo que las familias deben hacer.

—¿Cree que la confusión y el baile de cifras que han acompañado a este impuesto perjudican la confianza en el sistema económico español?, ¿qué riesgos ve?

—En la delicada situación actual, el escenario de riesgo se caracteriza por la salida de capital de la economía y, sin duda, la reposición de este impuesto no ayuda a reducir la probabilidad de este escenario de riesgo. En todo caso, significa un notable incremento de la fiscalidad sobre el capital. Actualmente, la rentabilidad de la deuda española está gravada, como máximo, al 21%. Gravar el patrimonio tiene un efecto multiplicativo sobre esta fiscalidad. Si se considera un tipo sobre el patrimonio del 1%, sería equivalente a incrementar el tipo actual del 21% hasta el 46% es decir 25 puntos más.

—¿Es partidario de un impuesto de grandes fortunas, como ahora prefiere decir Rubalcaba?

—Sin duda, soy partidario de que los que más tienen contribuyan más. Pero los impuestos sobre las personas no van a permitir captar nunca patrimonios que están bajo el paraguas societario.

— El debate se centra en cómo financiar el actual Estado del Bienestar, ¿cuál es su fórmula?

—Resulta imprescindible abrir un debate público profundo sobre la fiscalidad, y en particular sobre la del trabajo, que se constituye como un factor central de la economía española, en la que coexisten una insoportable tasa de desempleo y una imposición sobre el trabajo que llega a suponer el 55 por ciento del salario bruto.