Pedro Sánchez inicia la precampaña arropado por sus barones y los exlíderes del PSOE

Éste es el compromiso que ha hecho el líder de los socialistas ante más de 1.600 militantes en Madrid, en un acto al que han acudido los exsecretarios generales del PSOE y sus dirigentes territoriales. Sólo han faltado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que sigue la situación por el incendio en Seseña (Toledo) y el expresidente Felipe González, que ha estado presente a través de un mensaje grabado en el que ha mandado su apoyo a los socialistas.

Sánchez ha garantizado que sale a ganar las próximas elecciones y se ha mostrado convencido de que puede conseguirlo. Pero, además, ha avisado a los españoles de que sólo así podrán cambiar las políticas en España: «El cambio no tiene intermediarios, la garantía de cambio es decir sí al PSOE», ha remachado.

Por eso, ha apelado a l a confianza de los ciudadanos y ha defendido, además, que quiere que le voten con «ilusión». «No quiero que nos voten ni con miedo ni con rencor, quiero que nos voten con ilusión», ha insistido.

En su intervención, Sánchez ha tirado de orgullo socialista y ha sacado pecho de los logros en su historia pero también de los gobiernos autonómicos, a cuyos presidentes ha elogiado, destacando su apuesta por la sanidad, la educación o el empleo, mientras les estrechaba la mano uno a uno y ponía como ejemplo su labor.

Así, ha vuelto a hilar un discurso en positivo, centrando sus críticas en las políticas que ha puesto en marcha el PP estos últimos cuatro año y sin mencionar a Unidos Podemos, aunque sí se ha referido a la coalición para defender que el PSOE sólo necesita sus «cuatro letras», burlándose de que otros «se van a tener que presentar con papeletas apaisadas».

Además, ha aludido al partido de Pablo Iglesias cuando ha defendido que los españoles deben castigar en las urnas el «bloqueo» institucional que provocaron, junto al PP, al no permitir su investidura. Sánchez ha recalcado que aunque el próximo 26 de junio se presentan a las elecciones «los mismos», a los «ojos de los españoles» no son «iguales» porque unos han trabajado por el cambio y otros lo han «bloqueado».

Y, por lo que se refiere al partido de Mariano Rajoy, también ha defendido que tiene que «pagar» la multa que la Comisión Europea pondrá a España por no cumplir con el déficit. En este punto, ha acusado al presidente del Gobierno en funciones de « agitar banderas para no hablar del multazo», en referencia a la polémica por la prohibición de la senyera en la final de la Copa del Rey.

Sin embargo, ha lamentado, los españoles van a tener que «pagar dos veces el incumplimiento de Rajoy» con la Unión Europea, en primer lugar con «recortes» y también con una «multa» que ha pedido que no le «salga gratis el próximo 26 de junio».

Pero, al margen de estas críticas, Sánchez ha asegurado que él va a «jugar limpio» en esta campaña y ha defendido que quiere que se hable de propuestas. «Nosotros no vamos a hablar de banderas, ni de siglas, ni de sillas, vamos a construir soluciones», ha afirmado.

Y, para ello, ha apelado a todos los militantes y simpatizantes porque, ha dicho, ellos son el PSOE, porque el partido, ha recalcado, no es ni de sus dirigentes ni de sus exdirigentes, ni de él. «El PSOE no es ni de Pedro, ni de José Luis, ni de Alfredo, ni de Felipe. Es al revés, nosotros somos del PSOE», ha dicho.

Ahora, ha recalcado, el partido sigue necesitando su «aliento», su «compromiso por el cambio» y su «motivación» para ganar las elecciones y que España pueda «afrontar como sociedad» los «desafíos» que tiene por delante.

Por su parte, ha asegurado que, si gana, derogará la reforma laboral de Rajoy , pero «no porque sea del PP», sino porque no comparte sus objetivos ni sus instrumentos; paralizará la LOMCE y trabajará por un acuerdo que, entre otras cosas, convierta las becas en «un derecho», y luchará contra la desigualdad con una «gran reforma fiscal» para que «quienes nunca fueron austeros empiecen a serlo».

Además, se ha comprometido a trabajar por «regenerar la vida democrática» en España y ha provocado el mayor aplauso de su intervención a comprometerse a que «los corruptos devuelvan lo robado». «Vamos a hacer un gobierno que sea el de la honradez intransigente», ha remachado.

Sánchez se ha mostrado convencido de que, el pasado 20 de diciembre, los españoles votaron para que se haga política de manera «diferente», abandonando «el 'y tú más'», centrándose en las soluciones, en lugar de los «sillones», y dispuestos a «acordar con el distinto, que es lo que hizo el PSOE».

Y él, ha dicho, entendió ese mensaje, que ahora quiere seguir representando para el 26 de junio, cuando espera que los ciudadanos digan «sí al progreso, a la igualdad, al esfuerzo y al futuro».