Ha sido e curso más extraño para los pequeños pero también para sus padres y para los docentes. El año empezaba con más dudas que certezas en las aulas, teniendo que reorganizar los centros educativos para poder aplicar todas las medidas de seguridad: grupos burbuja, ... ventilación, mascarilla, higiene de manos, etc. Pero la incertidumbre que amenazaba a los padres y madres a principio del curso escolar ha ido desvaneciéndose. El buen hacer de los docentes y profesionales de la educación se unió a la responsabilidad de unos niños que han dado muchas lecciones este año, portándose mejor que muchos adultos con la pandemia.
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