Las comunidades del PP se rebelan contra el pacto fiscal de Pedro Sánchez y ERC

Que la Comunidad de Madrid es uno de los objetivos principales de Pedro Sánchez desde que llegó a La Moncloa no es ningún secreto. Después de intentar tumbar a su presidenta, Isabel Díaz Ayuso , por la crisis del coronavirus, y fracasar en el intento por los buenos resultados que está registrando esta región, el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos han dirigido sus cañones a la bandera económica del PP. Hacerla caer pondría en aprietos a los populares como partido, y de forma especial a Pablo Casado , que siempre se mira en el espejo de la Comunidad de Madrid y asegura que ese es el modelo que aplicaría si estuviera en La Moncloa. De hecho, cuando el PP se apartó de su «piedra filosofal», al principio del mandato de Rajoy, por ejemplo, la desafección de una parte de sus votantes fue inmediata.

Al destapar la caja de los truenos, Sánchez ha provocado la rebelión de los barones del PP . Desde Génova se está coordinando la acción de todas las comunidades para tratar de neutralizar las políticas «sanchistas» en diferentes frentes, como en educación, sanidad o medio ambiente, pero también en política presupuestaria y fiscal, como informó ABC. Son cinco comunidades autónomas, Madrid, Galicia, Castilla y León, Andalucía y Murcia , dispuestas a plantar cara sobre el terreno a Sánchez e Iglesias y mostrar a los españoles que «hay alternativa y existe otro modelo diferente al que ofrece el Gobierno de coalición, basado en la rebaja de impuestos, las facilidades a la creación de empleo y la apuesta por el establecimiento de empresas», según sostienen fuentes populares.

Pablo Casado se puso ayer a la cabeza del frente territorial del PP. Aprovechó un acto en Madrid, en defensa de la educación concertada y especial, para enviar un mensaje a Sánchez: «Vamos a dar la batalla ante su lesivo plan de armonización fiscal al alza, seguiremos bajando impuestos y no toleraremos que nos obliguen a subirlos».

El PP defiende el famoso «círculo virtuoso» del que han hablado siempre sus ministros de Economía y Hacienda, y que se basa en la constatación de que se recauda más cuando se bajan los impuestos, porque crece la actividad económica. Bajando los impuestos, sostiene el presidente del PP, se crea más empleo, se recauda más y así se pueden tener «mejores colegios, mejores hospitales y mejores servicios sociales». Discutir esa posición liberal supone, para el PP, poner en cuestión uno de sus «dogmas de fe».

Casado defendió el modelo de la Comunidad de Madrid , que es el suyo, y rechazó que sea un paraíso fiscal. «Es un modelo alternativo al infierno fiscal en el que han convertido a Cataluña los independentistas y que Sánchez quiere extender ahora a toda España».

En Génova se prepara toda una ofensiva que abarca el pacto fiscal, pero que va mucho más allá. «No se pueden aprovechar unos Presupuestos para sacar al Ejército del País Vasco, quitar el español como lengua vehicular, blanquear Bildu o perjudicar a los ciudadanos con más impuestos». Es un frente para intentar frenar y desactivar el «sanchismo» y el «pablismo», según advierten.

Las comunidades son l a punta de lanza de esa estrategia del PP , su poder territorial más efectivo y visible, junto a las trece capitales de provincia donde gobiernan los populares.

Desde esa posición, Díaz Ayuso se desplazó ayer a Barcelona, en su cuarto viaje a Cataluña como presidenta de la Comunidad de Madrid. Llevó una agenda muy cargada, con un mensaje de «defensa de la libertad, defensa del español, del apoyo al comercio y a la hostelería, a la enseñanza concertada y especial y al modelo económico y fiscal de Madrid». Ayuso llegó a la ciudad catalana con los mejores datos de España en esta segunda ola de la pandemia, y con medidas basadas en preservar la salud, sin cerrar ni hundir la economía. Y, como siempre, con la bajada de impuestos como principal bandera.

A su llegada a Barcelona , Ayuso lamentó que el Gobierno intente «enfrentar a territorios y tratar a los madrileños y a la Comunidad de Madrid como si fuera un paraíso fiscal que se queda con las fuerzas y las energías de todos los españoles». A su juicio, en vez de impulsar una armonización fiscal que obligue a su Gobierno a subir determinados impuestos, lo que habría que hacer es rebajar la presión fiscal en el resto del país, informa Àlex Gubern .

En su visita de dos días a Barcelona, Ayuso ha querido reunirse con tres de los sectores más damnificados por las políticas de la Generalitat: defensores de la escuela bilingüe y de la enseñanza concertada, así como representantes de la hostelería.

Desde Galicia , Alberto Núñez Feijóo se plantó también ante los planes del Gobierno tras pactar con los independentistas. El presidente de la Xunta advirtió que «si se pretende que ERC y PSOE», a través de la denominada armonización fiscal, «digan a las comunidades cumplidoras como Madrid, Canarias o Galicia que tienen que subir impuestos, porque no le llega a la Generalitat de Cataluña», eso, subrayó, no lo van a aceptar, informa Pablo Pazos .

Feijóo ve llamativo que el PSOE, que defiende un sistema federal, y ERC, que reclama la independencia, pacten «tocar la autonomía fiscal y financiera de terceros» . «Desconozco en todo caso cómo puede un Gobierno central pactar con un partido independentista las políticas fiscales del resto de comunidades autónomas. Es justamente el mundo al revés».

El presidente de la Xunta recordó que armonizar no tiene por qué significar subir. También puede significar bajar impuestos. En ese sentido, Feijóo no ve mal armonizar «con unas horquillas los impuestos transferidos por el Estado a las comunidades autónomas, para bajar impuestos».

El presidente autonómico de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco , denunció que la búsqueda del enfrentamiento territorial no es positiva: «Es un error, nos perjudica a todos y perjudica claramente a España». Mañueco es partidario de una armonización fiscal a la baja, y no que obligue a subir impuestos a ninguna comunidad. «La política fiscal tiene que favorecer la generación de riqueza y empleo y beneficiar a las familias. Por eso, cualquier armonización debe orientarse a la rebaja de impuestos».

A su juicio, más le valdría a Sánchez entenderse y dialogar con quienes creen en un proyecto de España y tienen un proyecto para el país, que dialogar y entenderse con aquellas fuerzas políticas que precisamente lo que quieren es acabar con el proyecto nacional de España.

Desde Andalucía, Juan Manuel Moreno defendió la bajada de impuestos frente a la estrategia de Sánchez: «Si Sánchez quiere hacer una equiparación fiscal, que la haga bajando impuestos. Es un disparate que se ataque nuestra autonomía y nos quiera obligar a subirlos por su pacto con el independentismo».

El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras , garantizó que su Gobierno autonómico no subirá los impuestos: «Una política de bajos impuestos estimula la actividad económica y atrae nuevas inversiones. Así se ha demostrado aquí. Los murcianos se han ahorrado casi mil millones de euros con la eliminación de Sucesiones y Donaciones».