Coaliciones para todos los gustos en busca de estabilidad

Populares+Socialdemócratas+Liberales

La Comisión Europea necesita el respaldo político del Parlamento y no lo tendría si se rompiese la «súper gran coalición» que une a los dos grandes grupos, el Popular y el socialista, y al que se suma en las grandes decisiones el liberal. En el extremo opuesto, los populistas de extrema izquierda suelen coincidir a veces en el mismo voto con los nacionalistas euroescépticos.

Democristianos y socialistas

En Alemania se consideró siempre como fórmula para garantizar la estabilidad en tiempos de crisis, para afrontar los riesgos políticos de la Guerra Fría. No es la apuesta ni de Merkel ni de Gabriel, pero ambos han aceptado que lo que los votantes alemanes querían es que se pusieran de acuerdo para mantener un rumbo común que mantenga la prosperidad del país. Esta es la segunda legislatura seguida de Gran Coalición y no hay síntomas de que los ciudadanos estén descontentos.

Populares y socialdemócratas

Austria salió de la Guerra en condiciones muy complicadas y prácticamente desde entonces se ha gobernado sistemáticamente bajo la fórmula de una gran coalición de las principales fuerzas políticas, populares y socialistas. Solo los populistas de ultraderecha lograron romper esta tendencia. Y fue un periodo políticamente muy traumático que todos prefieren olvidar.

Liberales y conservadores o socialistas

El actual primer ministro holandés, Mark Rute, gobernó en su primera legislatura en coalición con el centro-derecha y el apoyo parlamentario de la extrema derecha. Cuando esa alianza se derrumbó y hubo elecciones anticipadas, parecía que los laboristas podían ganar, pero se quedaron como segunda fuerza. Ahora Rute gobierna en una coalición con los laboristas para preservar el interés europeísta frente a los populistas de ultraderecha.

Liberales, democristianos y nacionalistas

En Bélgica es imposible formar un gobierno en solitario. Entre otras cosas porque los partidos están divididos territorialmente y el parlamento está siempre muy fragmentado. En la anterior legislatura gobernaron a la vez socialistas, liberales y democristianos, flamencos y valones, en contra de los nacionalistas radicales flamencos. Ahora gobiernan liberales y democristianos de las dos comunidades con los nacionalistas que habían quedado fuera. Para identificar la coalición se usan colores. Esta se llama «La sueca» porque predominan los colores de la bandera sueca, el amarillo de los nacionalistas flamencos con el azul de los liberales.

Conservadores y Liberales

En un sistema electoral que prima absolutamente el bipartidismo, los resultados pueden favorecer coaliciones como la que se produjo en la anterior legislatura entre conservadores y liberales, que desbancó a los laboristas. Esa coalición favoreció luego a Cameron, porque la tendencia al voto útil en un sistema mayoritario es inevitable.

O grupo rojo o grupo azul

En un país tan pequeño como es Dinamarca la gran división política haría ingobernable el Parlamento. Sin embargo, de una forma natural se han creado dos «clubes» de varios partidos, llamados el «Rojo» y el «Azul», que están encabezados por socialdemócratas y democristianos, que forman una especie de constelaciones políticas en torno a las que se conforma una mayoría

Partido de Centro y Partido Nacional

En Finlandia las coaliciones son frecuentes. En la actualidad la mayoría está constituida en torno al centro derecha, encabezada por el Partido de Centro (Liberal) y el Partido Nacional (democristiano) que forman el Gobierno. Pero como no tienen la mayoría absoluta, necesitaban el apoyo de los nacionalistas «Los Verdaderos Finlandeses» que no forman parte del Ejecutivo, pero tienen en sus manos que se mantenga la mayoría en el Parlamento.

Syriza y ANEL

Pragmatismo o tacticismo. Es difícil explicarlo, pero en Grecia la coalición de Gobierno incluye al partido de extrema izquierda Syriza con los nacionalistas de ultraderecha ANEL, los llamados «Griegos Independientes». Aunque el sistema electoral griego ya prima con 50 diputados extra al primer partido para favorecer una mayoría clara, Syriza necesita los votos de ANEL para ganar las votaciones en el Parlamento.