«caso de los trajes»
Los últimos once testigos abren la cuarta semana del juicio contra Camps y Costa
El juez Climent prevé acabar este lunes las declaraciones testificales, entre los que se encuentran el actual consejero de Sanidad y el alcalde de Castellón
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Juan Climent , el magistrado presidente del tribunal que juzga al expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps y al exsecretario general del PPCV y diputado en las Cortes, Ricardo Costa, por un delito de cohecho pasivo impropio, dentro del conocido ... como "caso de los trajes", dentro de la "trama Gürtel", prevé acabar este lunes las declaraciones testificales con el interrogatorio a los 11 últimos testigos. En concreto, para este lunes están citados el alcalde de Castellón, Juan Alfonso Bataller, Joaquín Vilanova, Aránzazu Vallés, el consejero de Sanidad, Luis Eduardo Rosado , Ana María Grau, Juan Ramón Sanchis, Jordi Barberá, Francisco Campos, Manuel Puig , Vicente Farnós y un oficial del Cuerpo Nacional de Policía.
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Será la decimoquinta sesión de este proceso, en el que se juzga ua Camps y Costa por haber supuestamente aceptado prendas de vestir regaladas por miembros de la "red Gürtel". Una vez hayan prestado declaración estos testigos, el juicio entrará en la denominada fase pericial, donde está previsto que comparezcan doce técnicos de Hacienda e inspectores de Policía y Guardia Civil, así como peritos nombrados por las partes.
El objeto de estas comparecencias será explicar cómo se elaboraron y el contenido de los informes económicos y otras pruebas que se presentaron durante la fase de instrucción y que posteriormente se incorporaron a la causa. Estas declaraciones, según las previsiones iniciales, se desarrollarán los días 3 y 4 de enero, tras lo cual se abrirá la denominada fase documental. En esta fase, las partes podrán exhibir al jurado los documentos que consideren oportunos de cuantos constan en la causa, incluidas las conversaciones telefónicas intervenidas, algunas de ellas ya escuchadas, o bien darlos por reproducidos.
Una fase monótona
Por este motivo resulta una incógnita determinar la duración de la fase documental del juicio, dado que depende de la minuciosidad que las partes empleen en la exhibición de documentos. El penúltimo paso será la presentación de los informes de conclusiones , en los que cada parte presentará un relato de los hechos en relación con lo aportado por los sesenta testigos que han prestado declaración, es decir, su versión de los hechos.
Tras las declaraciones de los imputados y de los testigos "directos", como los supuestos cabecillas de la red Gürtel o los propietarios y empleados de las tiendas de ropa Milano y Forever Young, el juicio ha entrado en una fase monótona, con el discurso prácticamente idéntico de los altos cargos de la época de Camps. Los aspectos posiblemente más destacados de los últimos días se han centrado en cuestiones anecdóticas, como el requerimiento que realizó el pasado miércoles el magistrado presidente , Juan Climent, al expresident para que se abstuviese de hacer gestos y comentarios y que concluyó con un cambio de ubicación dentro de la sala.
Climent le ordenó que se sentase donde pudiese verle dentro de la sala, ya que hasta ahora permanecía oculto a su campo de visión y al "tiro" de la única cámara de televisión presente en la sala, parapetado tras el letrado de Ricardo Costa.
Además, fue objeto de intenso debate entre las partes y el juez la decisión de éste último de declarar "impertinentes" determinadascuestiones formuladasbásicamente por las defensas relacionadas con la supuesta influencia de Camps y Costa en las contrataciones de la Administración valenciana. Ambas defensas entienden básico demostrar que las funciones de sus patrocinados no les permitían en modo alguno intervenir en los procesos de contratación, y que tampoco dieron indicaciones al respecto, pero Climent impide que los testigos respondan a estas cuestiones porque no considera necesario la defensa sobre algo de lo que no se acusa.
Es previsible que el interés mediático "remonte" de nuevo hasta las cotas de los momentos iniciales del juicio con la exhibición de nuevas pruebas o conversaciones intervenidas, así como con el testimonio de los agentes de Policía y del personal de Hacienda que analizó la contabilidad de las empresas de Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez "el Bigotes".
Inicialmente iba a haber 90 testigos;
El calendario inicial previsto para este juicio ha sufrido diferentes modificaciones. La primera tuvo lugar ante la jornada maratoriana de más de 10 horas para elegir a los nueve miembros del jurado y a los dos suplentes que formarían parte del tribunal para juzgar a Camps y a Costa. Seguidamente, las declaraciones de los acusados -de unas cuatro horas aproximadamente- se prolongaron más de lo previsto, lo que obligó a mover las fechas y prolongar el procedimiento más allá del día 23 de diciembre, día en que en principio estaba previsto acabar el juicio. Así, Camps declaró el martes y el miércoles lo hizo Costa , mientras que ambos lo tenían que haber hecho el lunes. Este hecho obligó a retrasar también las comparecencias de los dos condenados ya en este proceso, el exjefe de Protocolo de la Diputación de Valencia y exresponsable de Gabinete de la Consejería de Turismo, Rafael Betoret , y la del expresidente del Consell Víctor Campos ; así como la de los considerados presuntos cabecillas de la trama Gürtel: Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez.
Comparecencias más breves
El juez descartó la fecha del 23 de diciembre para finalizar el juicio y puso en un nuevo calendario el día 3 para concluir con las testificales. Y parece que esta vez sí que se va a cumplir con lo previsto, puesto que pese a que son 11 testigos, las últimas comparecencias están siendo bastante breves, y en principio hoy se seguirá con esta dinámica. Inicialmente estaba previsto que prestaran declaración ante el tribunal un total de 90 testigos a parte de los dos acusados. En las dos primeras semanas de juicio declararon 48 personas, mientras que en la segunda lo hicieron 19 más. Con la declaración de los 11 testigos de este unes, la cifra asciende a 78, con lo que se habrían cumplido los interrogatorios, puesto que las partes ya habían renunciado a los testimonios de 12 más.
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