Ciudadanos intenta volver al centro frente a la España de bloques de Pedro Sánchez

Fracasado el intento de dar el «sorpasso» al PP y de abrirse hueco en el electorado de centro-derecha, Cs aspira ahora a recuperar el centro absoluto para combatir la actual polarización. Arrimadas avisó ayer a los suyos de que el «sanchismo» necesita «los extremos» al igual que el nacionalismo ; uno, para «seguir en el poder» y otro, para acusar a España de ser «muy facha». La diputada por Barcelona, única que se ha postulado hasta el momento para suceder a Albert Rivera al frente de Cs, actúa ya de líder de facto de un partido sediento de acierto.

Con diez diputados sumidos en la irrelevancia, en la oposición y sin condicionar la acción del Ejecutivo, Cs se enfrenta a un complejo escenario en el que le será difícil brillar y rentabilizar su fatídico resultado del 10-N.

El futuro de Cs se terminará de dibujar el fin de semana del 14 y 15 de marzo, en el que se celebrará la V Asamblea General de los liberales y del que saldrá la estrategia definitiva en esta nueva etapa con el aval de sus afiliados. No obstante, Arrimadas ya está perfilando la línea de actuación de su grupo parlamentario, del que es presidenta y portavoz.

Nada de su discurso en la investidura de Sánchez fue casual. Sus mensajes, cargados de intención, establecen las bases de actuación que pretende seguir si es la nueva presidenta de Cs -sería sorprendente que no lo fuese- y tienen un objetivo claro: el votante moderado de centro-derecha, pero también el socialdemócrata descontento con los pactos del PSOE con el nacionalismo. Un nicho abandonado tras la moción de censura contra Mariano Rajoy .

El expresidente de la II República Manuel Azaña se convirtió en protagonista involuntario del debate del martes cuando Sánchez usó una cita suya que soliviantó a la derecha. Pablo Casado y Santiago Abascal le respondieron con otra célebre frase de Azaña, y después la portavoz de Cs hizo lo propio. Pero mientras Sánchez reivindicó al Azaña republicano y Casado y Abascal se decantaron por el patriota, Arrimadas citó sesudamente al presidente que se enfrentó a su socio, el independentista catalán Lluís Companys : «Ha vivido no solamente en la desobediencia, sino en franca rebelión e insubordinación».

Arrimadas deseó a Sánchez que no repita los «errores» de Azaña en el pasado y fijó con ello el punto cardinal de su oposición a este Gobierno: las cesiones al soberanismo. En el rechazo frontal al nacionalismo, la esencia de Cs, será donde más incida la única candidata que fue capaz de vencer en las urnas al independentismo en unas elecciones autonómicas en Cataluña .

Fuentes del grupo parlamentario de Cs consultadas por ABC subrayan la importancia de las palabras de Arrimadas cuando se refirió a la traición al progreso que supone el nacionalismo. «No es progresismo, ni socialdemocracia ni izquierda. Pactar con Bildu, el PNV y ERC es desigualdad, nacionalismo y sanchismo», denunció Arrimadas desde la tribuna.

Como ya publicó ABC, Cs también priorizará políticas sociales para desmarcarse de la derecha y reivindicará la historia y los símbolos nacionales como elemento común. Otras voces de Cs consultadas por este diario admiten que la polarización puede perjudicarlos, como sucedió el 10-N, por lo que ven vital dar la batalla al relato de un PSOE que se presenta como única alternativa a Vox . Arrimadas defiende, como sucedió con UCD en la Transición , un proyecto para todos los españoles: «Más que nunca necesitamos centro» .