El 20 por ciento de los adolescentes vascos no considera que haya que acabar con ETA
Un informe del Ararteko entrevista a 762 alumnos de secundaria para evaluar su apoyo hacia las víctimas del terrorismo
El entorno criminal de ETA cuenta con una red asociativa que opera en colegios, institutos y universidades del País Vasco y Navarra. Buen ejemplo de ello es la asociación Ikasle Abertzaleak («Estudiantes Patriotas»), que desarrolla la estrategia común de ETA-Batasuna en el entorno educativo. ... Esta asociación estudiantil no sólo convoca manifestaciones, organiza campañas y pega carteles; también intenta influir en los contenidos de las clases -muchas veces con amenazas- para intentar colocar los mensajes de los proetarras en las aulas conm absoluta impunidad.
En la Universidad del País Vasco esta asociación ha llegado a presentarse en solitario al principal órgano institucional de representación estudiantil tras haber amedrentado a la oposición, tal y como denunció el año pasado Nuevas Generaciones del PP vasco. Aprovechando su presencia institucional en la Universdiad se dedicaron a utilizar los consejos de estudiantes para organizar actos a favor de presos de ETA. Numerosos integrantes de esta asociación aún legal han sido detenidos por pertenecer a organizaciones ilegalizadas como Segi o Ekin.
Los primeros cien días del Gobierno de Patxi López han estado marcados, sobre todo, por el intento de deslegitimar a ETA, de acabar de una vez por todas con la «comprensión», cuando no «complicidad», de algunos sectores de la sociedad vasca con los terroristas, a los que quizá no apoyen, pero tampoco se enfrentan. La tarea es ardua y requerirá de años de trabajo, ya que el punto de partida es complicado, tal como refleja el último informe del Ararteko (defensor del pueblo vasco) presentado en julio, que se fija especialmente en la juventud.
Para muestra, un botón. «ETA es un grupo terrorista que genera víctimas y por tanto hay que acabar con ella». Pues bien, esta afirmación, tan evidente en la mayor parte de España, es negada tajantemente por uno de cada cuatro estudiantes vascos de Secundaria, mientras que casi un 30 por ciento manifiesta dudas o indiferencia sobre la cuestión.
El preocupante estudio del Ararteko recoge entrevistas a 762 alumnos de Secundaria con edades comprendidas entre los 12 y los 16 años, a los que se pidió que expresaran su grado de conformidad con diferentes enunciados referidos al fenómeno terrorista y sus víctimas. Un 24,1 por ciento de los encuestados cree que los atentados pueden estar justificados «en ocasiones» y un porcentaje parecido no considera necesario que haya que acabar con ETA. Un 18 por ciento de los alumnos ve mal que ETA asesine, pero en cambio considera «necesaria» la violencia callejera relacionada con la banda terrorista. Además, un 11 por ciento cree que los atentados de ETA son «positivos para Euskadi».
El informe traza un perfil del alumnado en función de sus simpatías o rechazo a la banda. Son más proclives a manifestar apoyo a ETA los chicos que las chicas, y los vecinos de Guipúzcoa más que los de las otras dos provincias vascas. El estudio también recoge que el porcentaje de alumnos que apoya a ETA permanece constante a lo largo de los cuatro cursos de Secundaria, mientras que la proporción de jóvenes que manifiesta su compromiso con los Derechos Humanos y su rechazo al terrorismo crece conforme aumenta el nivel escolar.
Para el Ararteko, Iñigo Lamarca, esto significa que la benevolencia hacia ETA y su entorno se forja en la familia, mientras que la escuela ejerce una «acción positiva» que corrige los apoyos al terrorismo. Esta afirmación se ve respaldada por uno de los resultados más preocupantes del estudio, que asegura que un 32,6 por ciento de los jóvenes encuestados ha escuchado alguna vez en casa que hay razones que justifican a ETA para asesinar.
El modelo educativo vasco es bilingüe, y las diferencias que esta segregación lingüística imprime sobre los estudiantes también se manifiesta en las diferencias de opinión que los alumnos expresan sobre el fenómeno terrorista. Aquellos alumnos que estudian siguiendo el modelo «A» -monolingüe en castellano- manifiestan tasas más altas de oposición a la banda terrorista, con un 81 por ciento de rechazo, mientras que en aquellos que estudian el modelo hegemónico, el «D» -con el euskera como única lengua- el porcentaje de rechazo desciende al 62 por ciento. El modelo bilingüe, el «B», se encuentra en un punto intermedio con un 74 por ciento de adolescentes contrarios al terrorismo.
La respuesta al informe del Ararteko no se ha hecho esperar. Ante lo preocupante de las cifras, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite) pidió al Gobierno de Patxi López una campaña clara para deslegitimar el terrorismo. La portavoz de la asociación, Cristina Cuesta, felicitó al Ararteko por el informe y señaló que «los planes educativos vascos necesitan orientaciones pedagógicas específicas para desmontar la fanatización de la identidad, que es el germen del terrorismo de ETA».
Reformular la educación
Sobre esta cuestión, la portavoz del Gobierno Vasco, Idoia Mendía, anunció una «reformulación» del Plan vasco de Educación para la Paz y los Derechos Humanos, una iniciativa del Ejecutivo de Patxi López para combatir el terrorismo deslegitimándolo desde la educación en valores democráticos. La reforma anunciada pretende «contextualizar» el proyecto, ya que según Mendía «parece que lo mismo sirve para Euskadi que para Murcia, cuando no se trata de la misma situación». En otoño se presentará la reforma en el Parlamento Vasco para que los grupos aporten sus ideas.
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