Así cazó a la mujer de Bárcenas el «programa de operaciones con billetes de alta denominación»

Además, la sentencia destaca la «conducta activa» de la condenada, «no sólo en la elaboración de tal documentación falsa relativa a operaciones inexistentes, sino también en su efectiva gestión de las cuentas bancarias abiertas a su nombre« y en los ingresos »por ella verificados de esas cantidades de dinero que posteriormente se reflejaban en las declaraciones tributarias«. En el mejor de los casos, dice el fallo, estaríamos ante un caso de «ignorancia deliberada» , lo que no quita responsabilidad penal a su conducta.

Para cimentar la sentencia, el Supremo relata varios de los hechos por los que fue condenada, entre ellos las enormes cantidades de dinero en efectivo que manejaba. En su declaración de IRPF de 2006, «de acuerdo con Luis Bárcenas», Iglesias declaró haber ingresado 560.000 euros «como procedentes de una transmisión de cuatro cuadros adquiridos el 15/05/1987 por importe de 1.803,30 euros, que nunca existió». Los jueces sostienen que esta declaración sólo fue un artificio para «justificar mendazmente (...) el ingreso en efectivo de 500.000 euros efectuado el 19/01/2006« .

La sentencia recoge que a consecuencia de esta operativa, se incluyó a Rosalía Iglesias en el plan de Inspección del programa «operaciones con billetes de alta denominación» . Esto supuso que la Agencia Tributaria la investigara y comprobara su IRPF. Pese a la «falta de colaboración por parte de Rosalía Iglesias» y a su «actuación obstruccionista», Hacienda denunció el delito, lo que se incorporó a las actuaciones judiciales del caso Gürtel actuaciones, «al objeto de investigar el referido delito, provocando su reapertura respecto de Rosalía Iglesias, para la que había sido sobreseída provisionalmente».

La sentencia concluye que la esposa de Luis Bárcenas «tenía pleno control y capacidad de gestión sobre las cuentas bancarias de su titularidad, suizas o españolas, a través de las que el matrimonio ocultó su patrimonio y lo hizo circular; y por otro, que incluso observó una conducta claramente activa en orden a cooperar en esta dinámica de defraudación, ocultación y posterior afloramiento del dinero ilícitamente obtenido por su esposo. Su participación, como hemos visto, no se limitó a plasmar su firma en cierta documentación».

El Supremo sí ha estimado en parte los recursos tanto de Bárcenas como de Iglesias, dado que los ha absuelto del delito de estafa procesal intentado y ha reducido las penas por blanqueo después de excluir de este delito el concurso de un delito continuado de falsedad documental.