Casado utilizará todos los medios legales para frenar la «operación de derribo constitucional» de Sánchez

Con gesto muy serio, subió a la tribuna pasados unos minutos de las 12.30 y miró fijamente al candidato, que le observaba a veces con una medio sonrisa algo burlona o de superioridad: «Señor Sánchez, ¿usted duerme bien? ¿Usted ha dormido bien esta noche? ¿Ha sido capaz de conciliar el sueño después del espectáculo bochornoso que anoche dieron sus propios socios de investidura o le pasa como al 95 por ciento de españoles que usted mismo dijo que no podrían conciliar el sueño si se perpetrara el pacto de Gobierno que usted tiene la desvergüenza de traer a esta Cámara?»

Después de que Sánchez dijera que había que dejar atrás «la judicialización del conflicto catalán», Casado le exigió que haga cumplir la ley y si Torra no abandona su cargo de presidente autonómico, tras la resolución de la Junta Electoral Central , ponga en marcha el artículo 155 de la Constitución para destituirlo. Pero fue más allá y le advirtió de que si no lo hace, estará prevaricando y el PP actuará en consecuencia ante los tribunales. Con esa primera advertencia marcó bien los límites del terreno de juego: el PP estará vigilante y frenará la operación «de derribo constitucional» que, avisó, quiere llevar a cabo Sánchez, con todos los recursos a su alcance.

Con un candidato como Sánchez, tan cambiante, con tantas promesas incumplidas y con una hemeroteca de falsedades tan rica y variada, Casado lo tuvo fácil para sacar los colores a su oponente, el mismo que dijo que «ni antes, ni después, ni durante iba a pactar el PSOE con el populismo», o «con Iglesias a ningún lado», y quien aseguró que tampoco pactaría con los separatistas. «Usted es una mentira andante», le recriminó Casado.

El líder del PP fue el primer en subir a la tribuna después del discurso del candidato a la Presidencia del Gobierno, y su turno precedió al de Santiago Abascal . Casado no podía permitirse que la comparación, tan tentadora ayer, favoreciera al líder de Vox cuando se trataba de defender el «no» a un candidato que solo unos minutos antes no había tenido ningún problema en asumir y hacer suyo el lenguaje de los independentistas catalanes.

Casado no ahorró en descalificaciones a la coalición que quiere liderar Sánchez, un Gobierno «contra el Estado», el Ejecutivo «más radical de nuestra historia democrática, con comunistas, asesores de dictadores bananeros y blanqueadores de batasunos y separatistas ». «Y encima lo pretende llamar progresista siendo el más retrogrado que ha venido a esta Cámara».

El líder del PP acusó a Sánchez de haber traicionado al socialismo constitucional, el que fue protagonista en la Transición y firmó los grandes pactos de Estado en España: «Parafraseando a nuestro Nobel, le pregunto: ¿Cuándo se jodió no el Perú sino el socialismo constitucional?» . «Hoy España se queda sin socialismo constitucionalista, y usted es el responsable».

En su contrarréplica, Sánchez optó por el ataque personal, en un tono sarcástico y chistoso: «Toca afeitarse de nuevo», soltó a Casado, por el tono más duro de su discurso. Después de ignorar al PP y a su presidente desde las elecciones, Sánchez señaló que si los populares ven un panorama tan terrorífico ofrezcan « 13 abstenciones patrióticas ». Así no dependería de los separatistas.

Casado no se quedó atrás: «Lo peor es que le da la risa. España le importa nada. A usted solo le importa su espejo deformado, su fatal arrogancia, el oropel del poder». El líder del PP incluso salió en defensa de Albert Rivera frente a Sánchez: «Usted no le llega ni a la suela del zapato».