La «buena estrella» de Jaume Matas

La decisión de Castro se produjo después de que la Fiscalía Anticorrupción hubiera presentado recientemente un escrito al juez en el que solicitaba el archivo de dicha pieza. Según el Ministerio Público, no existía finalmente ningún indicio fundamentado de que los 950.000 euros pagados en su momento —en 2004— por la compra del «palacete» pudieran provenir, total o parcialmente, de hipotéticos sobornos entregados a Matas por parte de empresas que consiguieron contratos con el Govern en la legislatura 2003-2007.

Con el archivo de dicho caso ha acabado uno de los procesos más mediáticos que han afectado a Matas. Cabe recordar que durante la fase de instrucción, este caso abrió todos los noticiarios vespertinos nacionales del 24 de diciembre de 2009. Aquel día de Nochebuena, Castro —acompañado por el fiscal Pedro Horrach — decidió hacer un registro en el «palacete» a la búsqueda de una supuesta caja fuerte en la que podrían encontrarse documentos muy valiosos para la investigación. Al final, no hubo ni caja fuerte ni documentos. Y ahora, ocho años después, se ha cerrado finalmente todo el proceso.

Las dudas sobre cómo pudo Matas, con su nómina media de entonces, adquirir y reformar un piso de lujo en Palma quedarán ya para siempre sin resolver. Sin embargo, también es cierto que en esta causa no quedaba más remedio que el sobreseimiento provisional llevado a cabo ahora, pues según la legislación penal española un incremento del patrimonio no es delito si no se puede demostrar el origen ilícito del dinero con el que se ha adquirido dicho patrimonio.

Sea como sea, se trata de la tercera buena noticia que recibe el expresidente balear en muy poco tiempo. Así, el pasado mes de abril Castro había decretado ya el archivo de otra pieza del caso Palma Arena, la número 19, en la que había cinco personas imputadas, entre ellas Matas y los arquitectos García Ruiz . En dicha pieza se investigaban presuntas irregularidades en las aportaciones económicas concedidas en su momento para la construcción de la pista de ciclismo del velódromo Palma Arena. Según la Fiscalía, que había pedido el archivo al juez, no quedó «suficientemente justificada la perpetración del delito de malversación».

Fue también en abril cuando Matas vio cómo —de momento— no tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados por la pieza separada del llamado caso Turismo Joven. La Audiencia Provincial dictó el pasado 11 de abril un auto en el que pedía la realización de nuevas diligencias en relación a esta causa, al considerar que los indicios que existen por ahora contra Matas «son endebles».

En el caso Turismo Joven se investigaba, originariamente, una malversación de fondos públicos vinculada al consorcio del mismo nombre, dependiente del Govern. El juicio se celebró en noviembre de 2013 y se cerró con un acuerdo de conformidad entre la Fiscalía y los principales acusados.

La pieza separada que afecta sólo a Matas se abrió después de que uno de los condenados, el exdirector general de Juventud Juan Francisco Gálvez , hubiera implicado al expolítico popular en el pago supuestamente fraudulento de 108.000 euros, a través de facturas falsas, a un empresario y antiguo concejal del PP en Calviá. En su momento, el Juzgado de Instrucción número 5 de Palma acordó abrir juicio oral contra Matas como presunto autor de los delitos de malversación y prevaricación. Ahora, las nuevas diligencias solicitadas por la Audiencia Provincial permitirán determinar si finalmente Matas deberá sentarse o no en el banquillo en relación a este proceso.

La actual «buena estrella» judicial de Matas no está reñida con el hecho de que, en cualquier caso, deberá sentarse en el banquillo como mínimo en dos ocasiones a lo largo de este año . En primer lugar, en julio, por el denominado caso Ópera, que es la pieza separada número 3 del caso Palma Arena. En dicha pieza se investigaron presuntas irregularidades en la contratación del arquitecto Santiago Calatrava, a principios de 2007, para que elaborase un anteproyecto para la construcción de un futuro palacio de la ópera en Palma.

Matas será juzgado de nuevo en septiembre, en la vista oral relativa a las piezas separadas número 8 y número 9 del caso Palma Arena, que finalmente se juzgarán como una sola. En la pieza número 8 se investigó el proceso de adjudicación de las obras del Palma Arena al arquitecto Ralph Clemens Alexander Schürmann, mientras que en la pieza número 9 las indagaciones se centraron en la contratación de los dos arquitectos que continuaron con el proyecto, los hermanos García Ruiz.

Cabe recordar que desde que empezó el caso Palma Arena, hace ahora ya una década, el expresidente balear ha sido condenado en firme en dos de las piezas de dicha causa ya juzgadas. En un caso, debió cumplir una condena de nueve meses y un día de cárcel por tráfico de influencias, en concreto por favorecer a un amigo periodista con una subvención. En el otro caso, debió abonar 9.000 euros de multa por cohecho, al considerar el jurado que había presionado a un hotelero para que contratase a su esposa, Maite Areal.

Más recientemente, el pasado 17 de febrero, el tribunal del caso Nóos condenó a Matas a tres años y ocho meses de cárcel por un delito de prevaricación —en concurso con falsedad y malversación— y otro de fraude. El abogado del exlíder regional del PP anunció el pasado mes de abril a la Audiencia Provincial su decisión de recurrir ante el Tribunal Supremo dicho fallo. Habrá que esperar aún un tiempo para conocer si, también en este caso, Matas podrá seguir contando con su actual «buena estrella» judicial.