Armengol, la nueva «líder» de la oposición
La presidenta balear intensifica su «no» a un posible nuevo Gobierno del PP también a través de las redes sociales
La presidenta de Baleares, Francina Armengol
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, seguramente ya sabe en estos momentos que la presidenta balear, la socialista Francina Armengol , no defiende en ninguna circunstancia una posible abstención del PSOE en caso de que finalmente se produzca una nueva sesión de ... investidura con Rajoy como candidato.
La promoción del uso del catalán en todos los ámbitos de la vida pública —y también en algunos de la privada— es, precisamente, una de las señas de identidad del Ejecutivo que preside Armengol desde junio del pasado año, gracias al apoyo de la coalición econacionalista MÉS y de Podemos.
Teniendo en cuenta ese contexto previo, no resulta excesivamente extraño que en estos últimos días Armengol haya recibido muchos más elogios de la dirección de la formación morada que de la actual gestora socialista. Así, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha señalado esta misma semana que Armengol está teniendo una posición «muy valiente» con su oposición rotunda a una posible abstención del PSOE.
Los cinco argumentos
Tomando como referencia ese mismo argumento inicial de Armengol, habría quien podría darle la vuelta y decir que en varios momentos desde la reinstauración de la democracia distintos gobiernos del PSOE también se han visto obligados a hacer recortes sociales o amnistías fiscales, han promovido leyes educativas y reformas laborales que han sido cuestionadas o se han visto afectados por la corrupción, pero aun así ello no ha impedido que en esos momentos el PP haya sido capaz de llegar a acuerdos con el PSOE ante situaciones políticas muy complejas o delicadas.
Así ocurrió, por ejemplo, cuando la propia Armengol quedó en minoría en febrero de 2010 siendo presidenta del Consell de Mallorca. La ruptura del tripartito que en la legislatura 2007-2011 empezó gobernando en el Ejecutivo autonómico, el Consell de Mallorca o el Ayuntamiento de Palma, parecía abocar a Baleares a una situación de ingobernabilidad absoluta. Tras la expulsión de UM del tripartito conformado también por el PSOE y el BLOC, estas dos últimas formaciones quedaron en minoría en las tres instituciones citadas, pues en todas ellas eran superadas en escaños por el PP. Sin embargo, los populares optaron entonces por facilitar que socialistas y rojiverdes pudieran seguir gobernando hasta el final de aquella legislatura.
«El único Comité Federal que ha discutido esta cuestión, manifestó de manera rotunda y unánime, un "no" a posibilitar un Gobierno del PP», afirma Armengol en su tercera «clave». Esa rotundidad y esa unanimidad a las que se refiere la presidenta balear muy probablemente no debían de ser tales, a tenor de los acontecimientos vividos en el seno de la formación socialista en las dos últimas semanas, incluida la dimisión de su secretario general, Pedro Sánchez.
«Defiendo la postura de los militantes de Baleares. Lucharemos por la historia de este partido y por nuestro compromiso con los ciudadanos», prosigue Armengol. Esa historia y ese compromiso con los ciudadanos no le impidieron a Armengol pactar en 2007 con UM , cuando ya en los comicios de mayo de aquel año se denunció que la formación nacionalista habría comprado votos, denuncia que años después fue corroborada judicialmente.
En cualquier caso, los cientos de mensajes de apoyo incondicional recibidos por Armengol desde que ha hecho públicas esas cinco «claves», parecerían situar en cierto modo a la presidenta balear como la nueva «líder» de la oposición, con permiso de la gestora socialista y de la dirección podemita.
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