España ha hecho 108 operaciones contra el terrorismo yihadista desde el 11-M

Martínez considera que aunque la legislación penal actual ha funcionado bien para luchar contra el terrorismo doméstico de ETA y Grapo, el yihadista tiene una «fisonomía diferente» y, por tanto, las leyes deben adaptarse a ella. Una fisonomía en la que cobran especial relevancia los «actores o lobos solitarios», que no se integran de forma clara en una estructura jerárquica y que pueden activarse en cualquier momento y generar una masacre.

Por ello, a juicio de Martínez, el nuevo Código Penal debe dar respuesta a esa especificidad, así como a quienes se desplazan a territorios como Siria o Irak para acciones terroristas y luego retornan. Y debe dar respuesta también al adoctrinamiento a través de Internet, donde, como se comprueba en cada una de las operaciones policiales contra estas redes, los terroristas se forman para actuar como lobos solitarios o aprender a confeccionar bombas,

Todo ello debe considerarse como delitos de terrorismo, como el PP ya propuso en sus enmiendas al Código Penal y que ahora servirán de base al pacto de Estado que PP y PSOE quieren alcanzar, junto con otros partidos, para luchar contra los yihadistas. Pero estas acciones, según el número dos del Ministerio del Interior, deben ir acompañadas de medidas preventivas, que se incluirán en el plan integral nacional de lucha contra la radicalización violenta ya casi concluido y que será remitido en breve al Consejo de Ministros.

Martínez afirma que el Estado Islámico o Daesh, que cuenta con unos ingresos de mas de 2.000 millones de dólares y controla una parte importante del negocio del petróleo. Además, entre 3.000 y 5.000 europeos se han desplazado a Siria para combatir con el Daesh, y aunque España no es el país que más desplazados aporta, sí está involucrada en esa lucha y ha liderado iniciativas en Europa como la creación de un registro de pasajeros de aviónsospechosos aún no aprobado.