Así se recoge en una nota de prensa de la Policía hecha pública este sábado y en la que se destaca que las ciudadanas paraguayas, una vez en nuestro país, eran encerradas en un club de alterne de Toledo del que no podían salir hasta saldar por completo su «deuda», unos 3.500 euros que las víctimas deberían entregar por completo para poder salir del edificio.
Una vez aceptaban, los captadores se encargaban de proporcionar a las jóvenes la documentación necesaria para que pudieran fingir un viaje turístico a España, entregándoles pasaportes y «bolsas de viaje».
Al llegar a España, las mujeres eran recogidas por colaboradores de la organización, que las trasladaban directamente hasta el club de alterne de Toledo en el que debían trabajar y que era un auténtico fortín. Éste estaba permanentemente vigilado y contaba, además, con un sistema instalado en todas las habitaciones que avisaba a las víctimas para que se ocultasen en caso de control policial.
Cae una red dedicada a la trata de mujeres paraguayas para explotarlas sexualmente
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