Rajoy mantiene la mano tendida a Mas a dos meses de la consulta

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afronta el nuevo curso tal y como acabó el anterior, ofreciendo su mano tendida a Artur Mas . Eso sí, siempre desde una premisa que se puede resumir en dos palabras: ley y diálogo. No a la celebración de la consulta del 9 de noviembre y sí al diálogo leal con la Generalitat catalana. De hecho, fuentes de La Moncloa aseguran que ya se está estudiando el documento con 23 propuestas que Mas entregó a Rajoy cuando éste le recibió en Moncloa el pasado 31 de julio. Estas mismas fuentes explican que algunas de ellas se podrán tener en cuenta y otras no, pero que lo cierto es que todas están siendo analizadas.

La posición que mantiene el Ejecutivo en todo este asunto está refrendada además por las declaraciones del Congreso de los Diputados y el Tribunal Constitucional. El pasado 8 de abril, la Cámara Baja rechazó con una amplia mayoría la solicitud del Parlamento catalán para que se transfiriesen a Cataluña las competencias para convocar un referéndum sobre su «futuro político colectivo». En aquel debate -del que Artur Mas se ausentó a última hora- quedó claro que en la Constitución no hay margen alguno para celebrar una consulta sobre la independencia de una comunidad autónoma.

Unas semanas antes, a finales de marzo, fue el Tribunal Constitucional quien propinó un importante varapalo al desafío independentista de Mas al tumbar por unanimidad la declaración de soberanía aprobada por el Parlamento catalán con el apoyo de CiU, ERC e ICV. En aquella sentencia dictada por unanimidad, los doce magistrados del TC negaron el carácter de «sujeto político y jurídico soberano» de Cataluña que proclamaba la Cámara autonómica.

Si se echa la vista atrás, la posición que mantiene el presidente del Gobierno es la misma que ya expresó el 12 de diciembre de 2013, cuando conoció «por los medios de comunicación la intención de convocar una consulta de autodeterminación para Cataluña». Desde entonces, la postura del Gobierno ha sido firme, como han expresado en numerosas ocasiones no sólo el presidente Rajoy sino muchos de sus ministros. La que más se ha prodigado a este respecto ha sido la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, que viernes tras viernes ha respondido a las preguntas de los periodistas en las ruedas de prensa posteriores a la reunión del Consejo de Ministros. No hay duda de que hoy a Sáenz de Santamaría se le volverá a preguntar por este asunto. También se ha pronunciado en distintas ocasiones el ministro de Asutos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

Mientras que en este tema septiembre comienza para el Gobierno como acabó julio, en las filas soberanistas sí se han producido movimientos. En las cuatro semanas transcurridas desde el último encuentro entre Rajoy y Mas, los soberanistas han realizado múltiples iniciativas para seguir generando ruido en torno a la Diada y la consulta del 9 de noviembre.

Pero eso no es todo: también han surgido importantes divergencias en el seno de los partidos que apoyan la convocatoria de la consulta del 9 de noviembre. Para empezar, este verano se han escuchado discrepancias entre dirigentes de Convergencia y de Unió, entre CiU y el Gobierno catalán y en el seno del propio Ejecutivo catalán. También entre distintos miembros del Gobierno autonómico y de éstos con su principal socio parlamentario, ERC.

En esta tesitura, el Gobierno celebra hoy el primer Consejo de Ministros post veraniego con la certeza de saber cuál es su posición para los próximos setenta días y con el ánimo de un «run run» creciente: que en el Gobierno autonómico de Artur Mas va ganando fuerza la percepción de que la consulta del 9 de noviembre no se celebrará.