Pedro Sánchez aboga por el federalismo y la transparencia para «cambiar España»

Sánchez se ha comprometido a estar «poco en Ferraz y mucho en los territorios». El nuevo secretario general ha anunciado que hará «asambleas abiertas» en todo el país para la «rendición de cuentas» a los militantes de base.

En un tono más agresivo se ha propuesto liderar el PSOE que hará de Mariano Rajoy un presidente de un «de cuatro años» y de «un único mandato». El nuevo líder socialista ha apuntado a un nuevo adversario: el Gobierno del PP, de que dice que es «un gobierno de derechas que esta causando muchísimo sufrimiento».

En sus primeras palabras ha mostrado su afecto al secretario general saliente, Alfredo Pérez Rubalcaba, al que ha dicho que «aprecia» y «quiere» y del que ha asegurado que «va a necesitar tu consejo y aliento».

«Yo llevo a mi hija a un colegio público y no quiero que le enseñen religión, sino educación para la ciudadanía» ha dicho tajante Pedro Sánchez , que también ha reiterado la apuesta por el federalismo que esbozó en su campaña electoral.

En el tema de la corrupción ha prometido que no le «va a temblar el pulso por echar a un corrupto» del partido cuando fuera necesario, otra de sus grandes promesas antes de las primarias. Sánchez cree que sus votantes son más exigentes que los de otros partidos políticos y que el PSOE cumplirá con esa «honradez intransigente» que se les exige a los socialistas.

También ha tenido tiempo de felicitar a su partido por haber hecho «un ejercicio de democracia interna» con la elección por primarias del secretario general y se ha mostrado convencido de que el 13 de julio hicieron «historia».