Un piso de seguridad de la Camorra hasta ahora desconocido escondía más 500.000 euros
Los investigadores siempre perdían la pista de un suministrador de cocaína en una zona de Barajas; ayer descubrieron dónde iba
pablo muñoz / cruz Morcillo
Las operaciones como la l anzada ayer en Madrid contra la Camorra tienen un 99,9 por ciento de trabajo, pero también hay que tener algo de suerte. Le sucedió ayer a los agentes de la UDEV de la Comisaría General de Policía Judicial, quienes a ... lo largo de esta investigación siempre habían perdido la pista de uno de los objetivos en la misma zona del distrito de Barajas.
Jhon Jairo Granados, colombiano, uno de los suninistradores de cocaína a los clanes camorristas, era el enigmático individuo que en el último conseguía burlar a los agentes. Ayer, cuando fue detenido, se le intervino un mando a distancia y un juego de llaves que no eran de su vivienda habitual. Era difícil, pero podía pensarse que se trataba de las llaves que daban acceso al piso de seguridad con el que contaba.
Sin embargo, no se sabía dónde podía estar el inmueble. Los investigadores, sin pausa, fueron probando una de las llaves en cada portal hasta dar con el que se abría con ella. El siguiente paso era obvio; esperar a que alguien se acercara por allí para detenerlo inmediatamente.
En efecto, pasadas las cinco de la tarde se acercó un individuo que portaba una mochila. El olfato policial hizo el resto; de inmediato lo interceptaron y le encontraron más de 100.000 euros en efectivo y armas. El hombre, desconcertado, explicó que la casa en la que vivía era no era suya.
El problema estaba en que los agentes no tenían el correspondiente mandamiento de entrada y registro en el domicilio, porque hasta ese momento sabían de su existencia pero no dónde estaba. Si el auténtico propietario lo permitía spodrían entrar en él, pero en caso contrario era necesaria la autorización del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que decidió concederla.
Ya en el piso, los pronósticos más optimistas se superaron. Se localizaron más de medio millón de euros ocultos en los rodapiés de la cocina y en un falso techo. No solo eso; también se intervino la contabilidad de las operaciones de tráfico de cocaína. Había habido suerte, sí; pero sobre todo trabajo.
La UCO de la Guardia Civil, además, también logró sus objetivos en un 90 por ciento, por lo que la operación se considera un éxtos de los dos Cuerpos. La mejor prueba es que ayer habían comenzado las detenciones también en Italia hechas a petición de las autoridades españolas.
Un piso de seguridad de la Camorra hasta ahora desconocido escondía más 500.000 euros
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