Zapatero y Madina, ¿quién abandonó a quién?
El expresidente alentó al vasco para que compitiera por el liderazgo del PSOE y luego intentó que renunciara en favor de Susana Díaz. El diputado vizcaino no quiere padrinos
Zapatero y Madina, ¿quién abandonó a quién?
Quién abandonó a quién cuando se trata de hablar de Eduardo Madina y de José Luis Rodríguez Zapatero es una cuestión enrevesada, poco lineal. En este momento, se podría decir que es el vasco quien ha abandonado al expresidente del Gobierno, que alentó con ... todas sus fuerzas las iniciales pocas ganas de su pupilo para que se lanzara definitivamente a competir por el liderazgo del PSOE. Pero es que, entre medias, Zapatero ya abandonó a Madina al intentar, hace algunas semanas, convencerle de que se retirara en favor de la presidenta de Andalucía, Susana Díaz. A la postre, la resistencia del diputado por Vizcaya a dar marcha atrás sería lo que disuadiría a la poderosa dirigente de lanzarse ella a carreras inciertas.
Y es que Madina tiene muchas posibilidades, o al menos así lo indicaría el maravilloso mundo de las redes sociales donde tan bien se mueve. Tan altas son las expectativas que ha decidido ir despojado de padrinazgos, renunciar a ser un tapado, a ir de campaña de «chico Zapatero», lo que por otro lado a buen seguro podría agenciarle más detractores que fans. Y hay unos 200.000 votos en juego, los de los militantes del PSOE –incontrolables, que diría Juan Carlos Rodríguez Ibarra-- que elegirán por primera vez secretario general de forma más o menos directa gracias a que Madina lo ha defendido así.
Cuentan sus propios compañeros de partido, y aún de Ejecutiva, que el vasco tuvo detrás el entusiasta ánimo no solo de Zapatero, sino de su esposa Sonsoles. Que los dos veían en él al líder perfecto para sacudir y renovar la vieja guardia que representa Alfredo Pérez Rubalcaba: juventud, cualidades, tirón... Es decir, las mismas virtudes por las que, a lo largo de sus mandatos, el expresidente socialista intentó una y otra vez que Madina aceptara un cargo de responsabilidad en su Gobierno, que el de Vizcaya siempre rechazó.
Preguntado recientemente por su vinculación con el que fuera su jefe, Eduardo Madina ha dejado claro que él es de Ramón Rubial, una leyenda del socialismo. Que ya no está vivo para meterle en problemas.
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