adolfo suárez gonzález

La inesperada comparecencia de Suárez junior que acabó con una ovación de la prensa

El hijo de Adolfo Suárez ha anunciado en un escenario médico nada habitual para un político que el corolario a una enfermedad devastadora estaba próximo. Ha dejado brotar sus lágrimas y dolor y ha contagiado a periodistas y espectadores

La inesperada comparecencia de Suárez junior que acabó con una ovación de la prensa efe

e. m.

Decía el célebre libro escrito por el periodista Manuel Campo Vidal (presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión de España desde 2006) que Adolfo Suárez padre, esto es, González de segundo apellido , fue un «inesperado protagonista de la Transición». ... El inesperado protagonista de una comparecencia en la Clínica Cemtro de Madrid ha sido esta mañana de viernes 21 de marzo su hijo Adolfo Suárez Illana. [En imágenes, el álbum personal de los Suárez ]

No ha podido contener la emoción y ha roto en lágrimas. Ha hablado de su progenitor, el que fuera primer presidente de la democracia en España, como quien habla de alguien en tiempo pretérito, habida cuenta de que tras once años de una enfermedad neurológica que comenzó por emborronar algunos recuerdos y ha acabado por disipar todo su pasado, el desenlace se adelantaba de forma «inminente». En 48 horas, ha cifrado entre sollozos Suárez Illana, en una rueda de prensa en un escenario médico nada habitual para el político manchego. [ Así estamos contando este episodio histórico en ABC.es ]

Suárez Illana ha desencajado a más de un presente y al espectador oculto tras las cámaras de televisión que se agolpaban en la sala con aseveraciones como que su padre ha regalado en los últimos días de ingreso hospitalario más sonrisas a los próximos que en los últimos cinco años. El hijo de Suárez, que ha perdido en la última década a su madre y su hermana primogénita Mariam por otra durísima enfermedad como el cáncer, acompaña los últimos compases de su padre junto a sus hermanos Javier y Sonsoles.

Con voz entrecortada, contagia su ruptura emocional ante la prensa, que ha terminado por aplaudir a un Suárez Illana al que le brotaba el dolor. El político acababa de agradecer a los informadores su discreción y trato en once años de dolorosa enfermedad. Ha anunciado que el corolario era casi inmediato, pero no se ha podido confesar capacitado para dar la noticia del fallecimiento del que fuera presidente del Gobierno español desde mediados de 1976 hasta enero de 1981. No sabe si tendrá que encomendar este trance complicado en su vida a los jefes médicos de la clínica madrileña, que a media tarde sorprendían demorando ese plazo de 48 horas que había adelantado su hijo a las 11.00 horas de la mañana.

Con la mirada henchida de picardía

El rostro de Suárez comunica el sufrimiento por el que está pasando la familia, que no ha dejado de agradecer las muestras de cariño recogidas durante toda la enfermedad de Suárez González, el hombre de la «mirada picarona», como se le ha definido, un conquistador de la palabra y un político de una talla que solo la Historia adecuará a su justa medida.

«Ahora está en paz y en manos de Dios» y «lo importante es dejarle marchar sin sufrimiento», ha remachado su hijo, antes de proteger su pesar tras un pañuelo.

La inesperada comparecencia de Suárez junior que acabó con una ovación de la prensa

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