Los «agujeros negros» del PP vasco
El descarte de Iñaki Oyarzábal como su «número dos» desata la guerra por el poder interno de Arantza Quiroga contra Alfonso Alonso. La división es de personas, no de ideas
I.REYERO
¿Por qué el PP vasco convoca su XIV Congreso tan solo dos años después del último?
La decisión el pasado mes de mayo de Antonio Basagoiti de abandonar la vida política y emprender una nueva etapa laboral en el mundo de la banca en ... México desata una primera batalla por el liderazgo del PP vasco, que se resuelve en pocos días. Con la venia de Génova y del propio Mariano Rajoy , Basagoiti designa a dedo a su sucesora, la guipuzcoana Arantza Quiroga , quien es ratificada unánimemente por la ejecutiva del partido vasco. Quiroga quiso de inicio ir a un congreso extraordinario para ratificar ante la militancia su liderazgo, muy maltrecho ahora por la guerra abierta por el relevo del «número dos».
¿Cuándo surge la batalla por la secretaría general vasca?
Como única candidata a presidir el PP vasco, Quiroga opta por dar recambio a su secretario general, el alavés Iñaki Oyarzábal , con el que sobrelleva en los últimos meses una paulatina pérdida de confianza. Su firme decisión a «mover el banquillo» recibe el rechazo frontal del influyente sector de Álava, donde el partido ostenta el poder territorial y buena parte de la militancia. También dirigentes de Guipúzcoa se oponen a un cambio que Quiroga justifica en la necesidad de «revitalizar» internamente el partido, pero que sus críticos interpretan como una señal de «inseguridad» o celo político de la presidenta guipuzcoana frente a un «segundo», Oyarzábal, hasta ahora con mucho poder interno.
¿Qué papel juega el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso?
Como presidente territorial de Álava, Alfonso Alonso rechaza enérgicamente la sustitución de Oyarzábal, amigo personal y su hombre de plena confianza en la ejecutiva vasca. En el entorno de Quiroga, y también en Vizcaya, recelan de esa «línea directa» que Oyarzábal mantiene con Alonso en Madrid. De hecho, en el origen de toda la desconfianza se sitúa una comida celebrada el pasado mes de octubre en Vizcaya entre la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, su «escudero» Alonso y José Luis Ayllón, y el Gobierno vasco del PNV. Quiroga, que no fue invitada ni informada al detalle de una reunión en la que sí participó su homólogo nacionalista, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, lo vivió como una auténtica afrenta hacia su liderazgo.
¿Qué bazas han exhibido Quiroga y Alonso en su pulso?
Quiroga reclama para sí «manos libres» para reorganizar su futuro equipo «con todas las consecuencias», también sustituyendo a su hasta ahora «número dos». La guipuzcoana cuenta con el respaldo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y de Génova, cuya secretaria general, María dolores de Cospedal, intercedió este jueves desde Dublín para reafirmar su derecho a arroparse con «una secretaría general de confianza» . Desde dentro le apoya el sector oficial de Vizcaya y, a aunque con algo más de equidistancia, Guipúzcoa, su territorio de origen.
Alonso, muy cercano a la vicepresidenta primera Soraya Sáenz de Santamaría, preside el poderoso aparato alavés, único territorio donde el partido puede presumir de poder institucional (gobierna diputación y ayuntamiento de Vitoria) y también de unas bases movilizadas. Es en esta provincia donde suelen organizarse los mayores actos de partido, por la respuesta siempre a punto de la militancia. Álava reclama sí o sí que la secretaría general sea para uno de los suyos.
¿Es cierto que Arantza Quiroga amagó con dimitir?
A lo largo de toda esta crisis interna, que dura casi un mes desde que Quiroga trasladó que no contaba con Oyarzábal, la actual presidenta y única candidata ha mantenido varios encuentros con sus «barones» territoriales. Conversaciones de alta tensión en las que se visualizó la resistencia numantina de Álava y ante la que Quiroga llegó a verbalizar que el partido buscara a otra presidenta si ella no tenía «manos libres». «Una presidenta florero no seré», fue la idea que dominó su discurso. Pero Quiroga se ha mantenido siempre firme en la intención de llegar hasta el final, segura de que contaba con los «apoyos» internos suficientes pese al «espectáculo» brindado de puertas hacia fuera. Y así ha sido.
¿Quién gana el pulso?
La presidenta y única candidata, Quiroga, es la clara ganadora de esta pugna, que ha mantenido en el último més con el sector alavés de Alfonso Alonso. La guipuzcoana ha logrado imponer en una solución in extremis a la que fue su candidata de inicio para relevar a Oyarzábal, la parlamentaria Nerea Llanos . La nueva secretaria general del PP vasco había sido hasta ahora número dos de Vizcaya, el territorio que ha respaldado siempre Quiroga. Alfonso Alonso no ha tenido más remedio que ceder para no llevar al partido a la guerra.
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