Directivos alemanes y americanos plantan cara a la Generalitat

El líder de CiU siempre ha alardeado de presidir un Gobierno amigo del empresariado, es decir, «business friendly» y así lo presentó el propio Malet en un encuentro en Madrid durante el primer mandato de Mas. Pero las cosas han cambiado mucho. Tanto, que el representante de los intereses norteamericanos en nuestro país afirma que «si ahora un inversor pregunta qué pasará en Cataluña en los próximos cuatro años, la respuesta es que no lo sé».

Malet advierte de que «un proceso como éste espanta a los inversores, es de sentido común, no hay que ser muy inteligente para pensar que si no sabes cuál será tu “status” en los próximos 3 o 4 años, eso no gustará al mundo del capital».

Jaime Malet estuvo presente en el reciente viaje de Mariano Rajoy a Estados Unidos, donde se reunió con el presidente Barak Obama. Viaje en el que no se habló de la independencia de Cataluña porque, según Malet, ese asunto no interesa allí. «Cataluña es una marca que no existe en los Estados Unidos», mientras que «Barcelona es una marca fuerte, buena y nadie tiene una imagen negativa de la ciudad».

Igualmente implacables con el proceso separatista son los directivos alemanes, que el pasado martes exigieron al Gobierno catalán que lo abandone y se centre en la salida de la crisis económica. Ocurrió en un almuerzo organizado por el Círculo de Directivos de Habla Alemana, con el consejero de Empresa de la Generalitat, Felip Puig, un independentista confeso, como invitado. El presidente de la asociación, Andrés Gómez, hizo un llamamiento al diálogo entre gobiernos para encontrar una «solución negociada», mientras que otro directivo acusó al Ejecutivo de Mas de «acabar de matar» la economía justo cuando está empezando a recuperarse.

«No le puedo pedir que abandone el proceso porque no sería democrático, pero creo que no es el mejor momento», dijo, tras dar un aviso a CiU: «Cuidado con los tiempos y con los compañeros de viaje que cogen». Sonoramente aplaudido por los presentes, este consultor dijo que «la inversión es muy temerosa» y que el hecho de que Cataluña pueda quedar fuera de la UE si se independiza pone a los empresarios «los pelos de punta».

Tampoco era la primera vez que los empresarios alemanes expresaban de su inquietud. Lo hicieron en 2012 durante la campaña de las elecciones autonómicas en un encuentro privado con la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, en el Círculo Ecuestre.