El desfile de las primarias: Pedro Sánchez no se descarta y dice que habrá sorpresas

Aunque noviembre queda todavía muy lejos, el primero que ha decidido no cerrarse puertas una vez perfilado el proceso para elegir aspirante del PSOE a La Moncloa fue ayer Pedro Sánchez. Diputado en el Congreso, bien parecido y casi absolutamente anónimo para el gran electorado, su perfil así dicho evoca peligrosamente al del José Luis Rodríguez Zapatero que ganó la Secretaría General en el año 2000. Pero conviene no confundir y precisar que Sánchez es doctor en Economía y, a diferencia del expresidente, se ha ganado la vida fuera de la política.

Ayer evitó aclarar si está considerando presentarse a las primarias, pero también lo contrario. «Yo estoy más en remar, aunque todavía no tengo claro desde qué posición», dijo en una entrevista en televisión. Insistiendo en la ambigüedad, al ser preguntado sobre si habrá sorpresas entre los aspirantes en ese proceso recalcó que «tiene que haberlas» porque la dirección federal del PSOE --de la que él no forma parte, según puntualizó-- ha diseñado un modelo que abre la puerta «a que otros compañeros que se sientan cualificados puedan dar el paso al frente», así que no descarta que se presenten más personas.

Preguntado si él también se lo plantea, ha respondido que él quiere ser «útil» al PSOE y que tanto el partido como el país necesitan «políticos valientes y ambiciosos en el buen sentido porque hay muchas cosas que cambiar». Lo importante, a su juicio, es que quienes «tengan ideas, propuestas, ganas y ambición den un paso al frente» y que la gente pueda escuchar sus propuestas. En su opinión, las primarias abiertas son «una gran oportunidad de la izquierda para volver a recuperar la confianza de los ciudadanos».

«La gente está pidiendo un cambio en la política y lo primero que hay que hacer es cambiar los políticos y en ello está el PSOE», defendió Sánchez, que fue coordinador de contenidos en la reciente Conferencia Política del partido.