terrorismo
Cuando Garitano estaba entre los «carroñeros», a juicio del PNV
Los nacionalistas acusaron a Batasuna de cómplices en el asesinato de Joseba Goikoetxea. Hoy coinciden en su homenaje para dar carpetazo al pasado sanguinario de ETA

El entonces consejero del Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, acusó a Herri Batasuna de haber abonado el terreno para que ETA asesinara, hace ahora 20 años, al jefe antiterrorista de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea Asla. La «izquierda abertzale» no le perdonaba a Goikoetxea, también militante del PNV, haber potenciado la División Antiterrorista de la Policía Autónoma con indiscutible éxito, como la desarticulación de varios «comandos» de ETA, entre ellos, y por dos veces, el sanguinario «Vizcaya».
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Ahora, en el homenaje que se le ha rendido en Bilbao al mando de la Ertzaintza, Atutxa ha coincidido con varios representantes de los herederos de aquella Herri Batasuna que apuntaba, para que ETA rematara. Inmejorable ocasión para que la portavoz de Bildu en el Parlamento vasco, Laura Mintegi, hiciera autocrítica, y para que Juan María Atutxa se la exigiera. El mismo Atutxa que días después del asesinato de Joseba Goikoetxea responsabilizara del atentado a los «estrategas de KAS» -Rufino Etxeberria entonces-, a HB -Pernando Barrena, Joseba Permach, Iñigo Iruin, Jone Goiricelaia..-, como «pantalla de la banda terrorista», y a los «carroñeros» de Egin -Martín Garitano, entonces- quienes «venían lubricando desde hace tiempo los gatillos de ciertas pistolas». Así lo recuerda, años después, el senador del PNV Iñaki Anasagasti. «Sepa el diario Egin, sepa KAS y sepa ETA que les consideramos un todo que han atentado directamente contra el PNV y que desde esta valoración serán tratados por nuestro partido como lo hacemos en cualquier atentado», advertía por su parte el partido de Urkullu. .
El «Eusko olvido»
Sin embargo, el homenaje ha pretendido echar tierra sobre aquel crimen en aras a la escenificación de una supuesta «reconciliación» entre «víctimas de ambos bandos» -asistieron familiares de los etarras Lasa y Zabala- para alimentar la falsa teoría del «conflicto vasco». Se recordó a Joseba como si hubiera muerto en el contexto de un enfrentamiento y que hoy estaría satisfecho de que se ha logrado la paz. Allí nadie habló de que el mando de la Ertzaintza fue objeto de una feroz campaña de injurias y calumnias por parte de Batasuna, que con el terreno abonado ETA le disparó sin opción a defenderse y que sus asesinos no han pedido perdón. Tampoco sus cómplices y autores intelectuales.
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