Entre el desastre y el principio del fin de Rubalcaba

El exlendakari Patxi López incendiaba el martes el debate de las primarias al postularse prácticamente para ser candidato . En vista de la imposibilidad de frenarlo, la vicesecretaria general del partido, Elena Valenciano, dejaba ayer de culpar a la prensa de estar permanentemente dando vueltas a un asunto tan molesto para Ferraz para anunciar –muy bien asesorada- que el aparato no tiene miedo a hablar de primarias y que en la conferencia «es un espacio de conversación en el que no hay límites».

En la agenda del cónclave figuran las primarias, pero para que se avance en la definición del modelo de primarias abiertas ya consagrado en el 38 congreso de 2012, no en el calendario. Pero algunos, empezando por el líder del PSM Tomás Gómez, no van a dejar pasar esta oportunidad de tener a una multitud socialista delante para espolear la espinosa cuestión de las fechas. Y se rumorea que no parará hasta sacar a Rubalcaba un compromiso y, a ser posible, la sensación de si el secretario general piensa competir o no por seguir al frente del PSOE. De acuerdo con otra fuente consultada por este diario, sería suficiente para calmar los ánimos con que la conferencia mandatara al Comité Federal del partido iniciar el proceso de primarias.

Y es que, llegada esta conferencia política varias veces retrasada, «se acabaron las excusas». Lo dice uno de los barones socialistas que participó del «pacto de Sevilla» según el cual Rubalcaba obtuvo apoyos para liderar el partido frente a Carme Chacón a cambio de estar pilotándolo solo un año y después pasar el testigo, que hizo creer al exlendakari Patxi López que sería para él.

López es, hoy por hoy, el que ha estado más cerca de dar un paso adelante y reconocer que se va a presentar a las primarias. No es que lo haya decidido, es que –relatan fuentes muy bien informadas- lo da por hecho. En principio, no tiene el apoyo clave del PSOE andaluz, que está a punto de ser gobernado por la que será con toda probabilidad protagonista del cónclave de este fin de semana: Susana Díaz. Aunque hay quienes destacan que, en realidad, con quien la presidenta andaluza mantendría una distancia mayor sería con Eduardo Madina, que no da pistas sobre sus intenciones aunque hace no mucho pareció dar señales de que aspiraría a relevar a Rubalcaba. En su última entrevista concedida el miércoles, dio respuestas ambiguas a todas las preguntas comprometidas –la cúpula de su partido, el derecho a decidir, las primarias- al mas puro estilo Zapatero, y a estas alturas se desconoce con qué respaldos contaría o con quién está contactando si quiere apuntalar su posible candidatura.

Todos ellos, y Carme Chacón y Emiliano García-Page, estarán en la Conferencia Política que el PSOE lleva anunciándose desde febrero de 2012, y que Ferraz se ha esforzado denonadamente por identificar exclusivamente con una renovación ideológica llamada a recuperar la confianza ciudadana. En buena parte del partido, reflexionaba ayer en los pasillos del Senado un miembro de la bancada socialista, se sabe que hasta el mejor proyecto podría quedar sin llegar a los oídos de la gente porque al actual líder del PSOE no se le escucha. «Está, -sentenciaba- políticamente muerto».