Griñán sobrevuela el Congreso

La sombra de los ERE de Andalucía y del auto en que la juez Mercedes Alaya planteaba ayer la imputación de los dos expresidentes socialistas de esa autonomía ha alimentado también el habitual desencuentro entre la portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez y la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría. La primera ha increpado a la número dos del Gobierno por «malinterpretar autos judiciales para utilizarlo como arma política» , en alusión a la inmediatez con la que Sáenz de Santamaría se apresuró ayer a predicar que Griñán está imputado por la Justicia, situación que los socialistas niegan.

En su respuesta, la vicepresidenta ha tachado de «absoluta temeridad» que el PSOE haya mantenido hoy su pregunta sobre la disposición del Gobierno a asumir «responsabilidades políticas», cuando –ha dicho- «el método del PSOE es sacar a gente de sus responsabilidades para buscarles refugio en las Cortes» , en referencia al aterrizaje de Griñán en el Senado.

Con las imputaciones de Alaya de fondo, aunque sin referirse a ellas de forma expresa, Sáenz de Santamaría ha continuado planteando a su interlocutora si «no cree que el señor Rubalcaba debería haber sido más prudente» , al recordar que el PSOE ha estado «pidiendo explicaciones por todo» y «levantándose de las mesas» de negociación. Finalmente, ha insistido en la conveniente de alcanzar entre todos «un pacto contra la corrupción» antes de dirigirse a la portavoz socialista para recomendar al PSOE que «propongan un poco más y gesticulen un poco menos».