país vasco
Unos apuntan... y otros disparan
Los nostálgicos del tiro en la nuca y la goma dos han vuelto a utilizar las «txoznas» de las fiestas de Bilbao para colocar en la diana al adversario, en este caso, el delegado del Gobierno
Unos apuntan... y otros disparan
El supuesto nuevo tiempo al que alude la «izquierda abertzale» para referirse a la ausencia de atentados por parte de ETA no parece haber sido asimilado por el sector más duro de los herederos de Batasuna, que añora los «años de plomo» y el ... exterminio del adversario a base del tiro en la nuca y el coche bomba.
A los batasunos de plomo no les gusta que allá donde el Ejecutivo de Íñigo Urkullu deja espacios de impunidad para los proetarras, acuda presto el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, y tome medidas para que se reinstaure la legalidad y se deje de humillar a las víctimas del terrorismo. Desde el regreso del PNV a Ajuria Enea, se acabó la política de «tolerancia cero» con la que el exconsejero del Interior socialista Adolfo Ares limpió calles y plazas de simbología etarra.
En una de las «txoznas» batasunas instaladas en el recinto festivo de la Semana Grande de Bilbao se ha desplegado la imagen, en grandes proporciones, de Carlos Urquijo, al que se le etiqueta de falangista. Bajo esa acusación ETA ha matado a ciudadanos que residían en el País Vasco. Ahora la banda no asesina, pero sus nostálgicos siguen amenazando, marcando al más puro estilo nazi, por si acaso vuelve la banda de los «Ternera». Y si no, siempre está a mano el «coctel molotov».
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