Hazte premium Hazte premium

Verstrynge, multipropietario y acosador de políticos

El cabecilla del «escrache» frente a la vivienda de Sáenz de Santamaría ha pasado de abrazar la extrema derecha en su juventud a ocupar viviendas junto a los antisistema

Verstrynge, multipropietario y acosador de políticos efe

s.e.

«En un principio, propuse dividirlas en un primer volumen, 'La Derecha', y en un segundo, 'La Izquierda', pero me dijeron que no, que deben aparecer en un solo volumen: cuestión de ventas, o de que mi historia no da para más. Seguramente...»

Jorge Verstrynge, otrora «delfín» de Fraga y hoy acosador de vicepresidentas del Gobierno , comienza así su autobiografía: reconociendo que la historia de su vida no da mucho de sí. Una contradicción: sabe que su historia no para más, pero la escribe. Y en un volumen, que se pueda vender con más facilidad por mucho que «desde siempre» haya pensado que los «pobres y los malogrados son los que necesitan ayuda».

¿Desde siempre? ¿Lo pensaba cuando tenía «clarísimo» que los campos de concentración «solo eran para judíos»? ¿Lo piensa ahora que alquila varias propiedades inmobiliarias desde su voluntad «bolivariana»? A Verstrynge, que ha pasado del neofascismo francés al movimiento antisistema, le parece un elogio que le llamen «tránsfuga».

Será ese dinamismo intelectual lo que le lleva a decir de Soraya Sáenz de Santamaría que es «lo mejor del Gobierno» después de organizar un acto de acoso frente a su vivienda, como sospecha el juez. O lo que le llevó a «okupar» en 2012 un centro social en el elitista barrio de Salamanca.

De madre nacionalcatólica y de padre de extrema derecha, durante su época universitaria formó parte del grupo «Frente Sindicalista Revolucionario», que llegó a estar vinculado con la Falange de Hedilla. Escribió artículos en «Fuerza Nueva», la revista que fundó Blas Piñar. Con el tiempo, después de dar clases en la universidad, ingresó en Alianza Popular, donde Manuel Fraga lo acogió.

En AP ocupó varios cargos hasta que en 1979 fue elegido secretario general: ya era el «delfín» de Fraga. No agradeció la confianza y, después de un fracasado intento a la alcaldía de Madrid, terminó enfrentándose a su mentor. Abandonó el partido y se incorporó al Grupo Parlamentario Mixto. Al final de aquella legislatura, en los últimos años de la década de los noventa, ya se definía como progresista.

Tras coquetear con el Centro Democrático y Social (CDS), Verstrynge solicita el ingreso en el PSOE, que se materializó en 1993. Decía que se encontraba «muy a gusto en la izquierda» y que su conversión ideológica empezó antes de 1982. Lo abandonó poco después, en un nuevo giro ideológico. Había que pagar la cuota del partido a través de un banco. ¿Y cómo iba a hacer eso?

Así que Verstrynge recuperó su actividad docente y trabajó como asesor político del Partido Comunista y de Izquierda Unida. «La sensibilidad de izquierdas me iba ganando progresivamente -escribe en su autobiografía-. Me hice a mí mismo la promesa de que, dondequiera que viviese, nunca dejaría de luchar contra tanta desigualdad».

Hoy lucha contra la desigualdad como tertuliano. Porque, dice, solo fue al escrache frente a la casa de la vicepresidenta del Gobierno para comprobar si era verdad eso que dicen sus colegas de derechas. Él vive en una casa valorada en un millón de euros y es propietario de varios pisos que alquila a universitarios, así como de una residencia de estudiantes de veinte habitaciones. Cada mes factura, según «El Mundo», 24.000 euros. Jorge Verstrynge cada vez se siente «más disidente dentro del 'sistema'».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación