Sánchez y Díaz exhiben unidad contra las encuestas

Ante 3.000 personas en el polideportivo de la barriada de Los Pinos , en la capital sevillana, ella aseguró no tener «ninguna duda» de que Sánchez va a dar la vuelta a los sondeos y será presidente del Gobierno el 20-D. Y casi al final gritó un «¡Pedro a La Moncloa!» que disipa dudas... de momento.

La andaluza dedicó mucho más tiempo de su discurso a atacar a Podemos que su socio parlamentario, Ciudadanos. Recordó Susana Díaz las palabras de Pablo Iglesias en el debate del pasado lunes -insinuando que Andalucía había celebrado un referéndum de autodeterminación en 1977- para señalar que no fueron «un error».

Fueron, añadió, un intento de utilizar a Andalucía para justificar lo injustificable: su propuesta de referéndum en Cataluña. A su juicio, quien, como Iglesias, no es capaz de hablar de España «no puede ser su presidente del gobierno».

De Mariano Rajoy , la presidenta de la Junta ha afirmado que ahora va de «abuelo amable», intentando hacer ver que no tuvo nada que ver ni con los recortes no con la crisis

Por su parte, Sánchez, continuamente jaleado con gritos de «presidente!», dijo que Andalucía es «el corazón» de PSOE y tras ver el calor del recibimiento concluyó: «Me voy con las pilas aún más cargadas para ganar las elecciones».

El líder socialista, pareció muy cómodo y sonriente a pesar de la conocida enemistad con quien fue su mentira; tanto, que se ha permitido bromear en varios pasajes de su intervención. Para algunos el cambio es que no gobierne el PSOE, que gobierne Rajoy, insistió en cargar contra Ciudadanos y Podemos.

«Hemos descubierto que naranja, morado y azul son colores complementarios », añadió en referencia a los emblemas de Ciudadanos, Podemos y PP. «Se abre el telón y aparecen Rajoy, Rivera e Iglesias, ¿cómo se llama la película? Amistades peligrosas», ha bromeado Pedro Sánchez entre las carcajadas del público.

La historia de esta legislatura, sentenció, es «la de la corrupción y Rajoy se empeña en recordarlo hasta el último minuto» con episodios como el de los diputados del PP que cobraban comisiones.