Luz verde a la reforma laboral con el Gobierno en soledad
Los socialistas comparan al PP con el dios Zeus, «lanzando rayos y centellas sobre todos»
MARIANO CALLEJA
El Pleno del Congreso ha examinado esta mañana las enmiendas introducidas por el Senado en el proyecto de ley para la reforma del mercado de trabajo, y el debate ha servido para que el Gobierno volviera a exhibir su soledad parlamentaria: no ha logrado ... ni una sola nueva adhesión a su reforma , que no convence a nadie en la oposición.
Con todo, en la votación de las enmiendas el Grupo Socialista ha conseguido rechazar cinco de las introducidas en la Comisión de Trabajo del Senado, gracias en parte al voto de la izquierda minoritaria. Entre las enmiendas rechazadas ahora se encuentra una que facilitaba el despido por absentismo laboral y otra que "desvirtuaba", según el PSOE, el artículo sobre el despido objetivo por causas económicas. En toda la tramitación se han introducido 70 enmiendas , aunque los socialistas no han aceptado ni una del PP.
El debate comenzó con el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, como único representante del Gobierno en el hemiciclo . Poco después apareció José Luis Rodríguez Zapatero, quien tuvo que escuchar la bronca de los distintos portavoces de la oposición. Tras la última votación, apenas cuatro o cinco diputados socialistas se atrevieron a aplaudir, entre ellos la vicepresidenta De la Vega. Se quedaron solos incluso entre los suyos.
"Esta reforma no nos gusta, es hija del fracaso del diálogo social", ha asegurado Emilio Olabarria
El portavoz del PP, José Ignacio Echániz, destacó que la ley termina como empezó: "en la más absoluta soledad" de un Gobierno "que mintió al negar la crisis, al presumir de talante y al afirmar que nunca haría una reforma laboral sin consenso entre los agentes sociales".
"La derecha ha triunfado, se trata de una reforma de la cual han sido expulsados los partidos de la izquierda parlamentaria", concluyó Joan Tardà (ERC). Tanto el PNV como CiU expresaron su escepticismo sobre la ley aprobada. "Esta reforma no nos gusta, es hija del fracaso del diálogo social", dijo Emilio Olabarria.
Por el PSOE, Jesús Membrado comparó al PP con el dios Zeus, "que lanza rayos y centellas sobre todos nosotros" y optó por hacer un guiño a los sindicatos: "Seguimos apostando por el diálogo. Los sindicatos son y serán fundamentales para el desarrollo del país. Nuestro respeto y consideración ante ellos".
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