El abaratamiento de la energía modera el IPC al 6,8% pero siete de cada diez bienes y servicios siguen subiendo
El dato confirma que las pensiones se revalorizarán un 8,5% el año que viene y pasarán una factura de más de 15.000 millones a la Seguridad Social
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Bruno Pérez y Carlos Manso Chicote
Madrid
El IPC cerró finalmente el mes de noviembre en el 6,8% avanzado hace quince días, según ha confirmado este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE), y dio así carta de naturaleza a la revalorización del 8,5% de las pensiones para el año ... que viene a partir del sistema incluido en la reforma del Gobierno, que prevé el ajuste de las prestaciones que perciben los nueve millones de pensionistas que hay en España en función de la inflación media registrada en el periodo noviembre-noviembre.
La aplicación estricta de este mecanismo de actualización de las pensiones, cuestionada abiertamente en los últimos meses por organismos como el Banco de España o el Fondo Monetario Internacional, obligará a la Seguridad Social a un esfuerzo extra de 15.300 millones de euros en un contexto en el que ya arrastra números rojos desde hace más de una década. Podría haber sido peor. Hace apenas dos meses, cuando el IPC todavía rondaba el 10%, la inflación media apuntaba a una horquilla de entre el 8,7% y el 8,8% lo que habría añadido entre 360 y 540 millones de euros a esta factura.
La factura se ha contenido gracias al proceso de moderación que ha experimentado el IPC en los últimos tres meses en los que ha pasado del 10,5% que registró en agosto al 6,8% de este mes de noviembre. El fenómeno se explica por varias circunstancias, entre las que la más relevante ha sido la caída todo apunta a que transitoria de los precios de la energía en un contexto en que tanto el clima como determinadas medidas regulatorias han favorecido un retroceso de los precios tanto de la electricidad como del carburante, que aún continuó en noviembre.
A esta circunstancia se ha unido el efecto comparación con los meses de 2021 en los que el precio de la electricidad experimentó sus subidas más potentes. La tasa interanual del IPC mide la diferencia entre los precios vigentes doce meses antes y los existentes en la actualidad y desde septiembre está comparando con precios de la electricidad ya eran históricamente elevados el año pasado, lo que hace que su evolución se modere de forma significativa.
¿Significa esto que ya se puede empezar a percibir la luz al final del túnel de la espiral de los precios en España? Los datos proporcionados este miércoles por Estadística no invitan al optimismo. La inflación subyacente, que revela las corrientes de fondo de la evolución de los precios en el mercado español más allá de la energía y los alimentos frescos, tradicionalmente más expuestos a fluctuaciones, no solo no se moderó sino que ganó una décima respecto al mes anterior, hasta el 6,3%, y acumula cinco meses en niveles por encima del 6%.
Otro dato. Los precios en noviembre retrocedieron una décima respecto a octubre, en buena medida debido al abaratamiento de la electricidad y en menor medida del gasóleo de calefacción, y a la normalización de los precios del sector hotelero tras el fin de la campaña turística estival, pero la información de base proporcionada por el INE revela que en noviembre casi el 70% de las 200 subclases de bienes y servicios a partir de los que se elabora el IPC continuaron al alza.
En noviembre, los productos que más contribuyeron al alza del IPC fueron las prendas de vestir, los lácteos (quesos y leche), los aceites, la carne y el pescado y el marisco, mientras que los que más tiraron hacia abajo del índice fueron la electricidad, los servicios de alojamiento y las legumbres y hortalizas.
El paso de los meses también ha atenuado el impacto de las medidas fiscales del Gobierno sobre la evolución del índice. Si en los momentos más duros de la subida de precios el IPC a Impuestos Constantes, que trata de medir cómo habría evolucionado la inflación de no haberse adoptado ninguna medida fiscal - en el contexto actual, de no haber tenido en cuenta la rebajas de IVA aplicadas por el Gobierno sobre el gas y la electricidad -, se situaba más de un punto por encima del índice general, ahora esa brecha se ha reducido a apenas medio punto, de forma que en ausencia de medidas fiscales la inflación estaría en el 7,3%.
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El Gobierno eleva el efecto de sus medidas a unos tres puntos, de modo, aseguran, que en ausencia de las medidas adoptadas el IPC aún estaría en el entorno del 10%, como aún está en la media de los países del euro. Hay que tener en cuenta que el IPC a impuestos constantes no mide el efecto del tope al gas o de la bonificación de 20 céntimos sobre el precio del carburante porque no se trata de medidas impositivas. En noviembre el IPC armonizado español, el que se calcula para homologar la metodología de todos los países del euro, se quedó en el 6,7% frente al 10% de la media de los países del euro. Es el tercer mes en que esto sucede después de un periodo de año y medio en que el IPC español siempre estuvo por encima de la media de la zona euro.
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