Milei convierte en sociedad anónima el histórico Banco Nación para abrirlo al capital privado

Es una sorpresa a medias, pues el pasado 27 de enero la propia institución había solicitado la apertura de su capital para poder seguir aumentando el crédito que ofrece a familias y pequeñas empresas. Además, estaba en la lista de empresas públicas que Milei se había comprometido a dejar en manos privadas.

En plan original era lograr ese hito a través del Congreso. Sin embargo, y dado que el oficialismo solo tiene 38 diputados en la Cámara, en abril de 2024 el partido de Gobierno -la Libertad Avanza- tuvo que sacar la privatización de Banco Nación del contenido de su polémica Ley Omníbus para lograr el voto favorable de Propuesta Republicana (la formación del expresidente Mauricio Macri), la Unión Cívica Radical (UCR, centro) y Hacemos Coalición Federal.

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A partir de ahí empezó a coger forma la alternativa de abrir la entidad a los inversores convirtiéndola en sociedad anónima. La operación ha contado con el apoyo del presidente del banco, Daniel Tillard, que de hecho fue designado por el propio Milei tras su elección.

Según se lee en el decreto que ha sido publicado esta madrugada en el Boletín Oficial de la República Argentina, el Estado será el principal accionista de la empresa, con una participación del 99,9%, dejando el 0,1% restante a la Fundación Banco de la Nación Argentina. A su vez, el capital social ha quedado fijado en 1,6 billones de pesos argentinos y el Ministerio de Economía ha quedado facultado para ejercer la gestión en nombre del Estado y dirigir el proceso de apertura del capital.

La justificación de la medida está contenida en el propio texto del decreto, en el que se afirma que «el actual régimen de entidad autárquica limita la capacidad del Banco de la Nación Argentina para competir en igualdad de condiciones con otras entidades del sector financiero, restringiendo su acceso a nuevas fuentes de financiamiento y su capacidad de desarrollar estrategias comerciales más dinámicas y eficientes«.

A partir de ahí, el texto sigue con promesas de modernización de la estructura jurídica y operativa de la empresa, de mayor flexibilidad en su gestión y de adaptación a las mejores prácticas del mercado financiero, «incorporando mecanismos de gobierno corporativo más ágiles y eficientes y una administración más profesionalizada y alineada con estándares internacionales de transparencia, eficiencia y control», se lee en el BOE argentino. Lo importante es la mención a que esta «transformación», sigue el documento, «permitirá optimizar la asignación de recursos, fortalecer su posición en el mercado y potenciar su capacidad de financiamiento, en beneficio de sus clientes y del desarrollo económico en general«.

Fundado en 1891 por iniciativa del Presidente Carlos Pellegrini, el banco Nación nació de la quiebra del anterior banco estatal como un medio de resolver la por entonces rampante crisis financiera que aquejaba a Argentina, que carecía de músculo crediticio para financiar el modelo agroexportador heredado de finales del siglo XIX.

En los años siguientes la institución se extendió por todas las provincias argentinas y se convirtió en la primera financiera del país. Así empezó su singladura una entidad que hasta ahora siempre había sido de titularidad estatal y que ha protagonizado buena parte de los grandes acontecimientos de la vida económica del país. Según se lee en la propia web del banco, a lo largo del siglo XX fue clave para financiar el mundo rural y permitir que Argentina se convirtiera en una potencia agroexportadora.

En este sentido, la atención a pequeñas y medianas empresas, así como a familias y municipios alejados de grandes ciudades -en un país de una geografía vasta- es uno de los hechos distintivos que han caracterizado la historia de Banco Nación.

Según datos del organismo, la ahora sociedad anónima cuenta con 721 sucursales en Argentina y cuatro en el exterior (Nueva York, Madrid, Montevideo y Santa Cruz de la Sierra), que dan empleo 17.403 personas dentro del país y 182 en el exterior. En el aspecto financiero, dispone de 48 billones de pesos en activos y otros 33 billones en depósitos y otras obligaciones, además de un patrimonio neto de 15 billones.