La llegada de turistas extranjeros empieza a tocar techo: el crecimiento de visitantes se hunde al 3% en verano en pleno temblor geopolítico

En total, este verano llegarán a nuestro país 42 millones de visitantes, un 3,2% más, según los datos ofrecidos por Hereu a partir de las proyecciones de Turespaña. Ocurre cuando el año pasado, en junio llegaron un 8,83% más de turistas extranjeros que en 2023, en julio un 8%, en agosto un 7,31% más y en septiembre se ganaron un 6,42% adicional de foráneos, según los datos del INE. Fue un verano que sirvió para fraguar la cifra mágica de 94 millones de visitantes que terminaron por llegar en 2024, récord absoluto, y que animó al sector a decir que España se encamina a ser el país que recibe a más turistas en todo el mundo. Ya este año podrían rebasarse los 100 millones.

Pero los últimos acontecimientos geopolíticos podrían complicar el avance del sector. Lo recordaba esta semana Caixabank Research con un informe cuya conclusión es que el turismo se dirige a entrar en una etapa de «crecimiento moderado» tras el ‘boom’ pospandemia. Entre los motivos señalaba «una elevada incertidumbre» a causa de los riesgos geopolíticos «que podrían frenar la recuperación de la eurozona y limitar de forma indirecta la evolución del turismo».

Por lo pronto, el servicio de estudios de Caixabank estima que las turbulencias en la economía de EE.UU. (que entre otras consecuencias restan valor al dólar frente al euro) están haciendo perder dinamismo a la llegada de visitantes a España desde ese país, y ese factor podría repercutir en la pérdida del 1% para el PIB turístico.

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Ese daño, dice Caixabank Research, será mayor para las áreas urbanas no costeras como Madrid y Barcelona, que son las grandes receptoras del visitante norteamericano, donde llega a suponer el 15% de los ingresos relacionados con el turismo. «Ante este escenario, el informe plantea la necesidad de diversificar los mercados emisores y apostar por destinos de largo radio como Oriente Medio, América Latina o Australia, que han mostrado un comportamiento especialmente sólido en los últimos años y podrían contribuir a compensar la ralentización del turismo estadounidense», recomiendan los economistas de la entidad.

El nuevo escenario que se abre coincide además cuando los países competencia de España en el Mediterráneo como Grecia, Turquía o Marruecos libran batalla para captar turistas de nacionalidades clave como Reino Unido y Alemania, que son nuestros principales huéspedes. En este punto juega un papel prioritario el precio del alojamiento, que en España sigue en ascenso, aunque al igual que ocurre con la llegada de turistas, este también se ralentiza, y ya en mayo el ascenso general de las tarifas hoteleras fue del 5,7% (la noche de hotel ascendió de media a los 193,85 euros según el IPH del INE) cuando en el mismo mes de 2024 el crecimiento superó el 8%, según los datos de Estadística.

Con todo, el Gobierno hace otra lectura de los datos publicados este viernes. Según Hereu las proyecciones dadas son fruto de una «desestacionalización» de los destinos, porque la temporada alta crece a un ritmo inferior al del resto de meses del año, lo que dice es algo positivo «tanto para la oferta, como para los trabajadores como para los propios turistas», remarcó en la clausura del curso ‘Gobernando el turismo: hacia la estrategia España Turismo 2030’, en el marco de la XXXVIII edición de los Cursos de Verano del Escorial.

La otra lectura positiva que extrajo Hereu del asunto es que el gasto del turista extranjero (+3,8% hasta los 58.000 millones) crece por encima del que lo hacen los visitantes, lo cual dijo está «en consonancia con la filosofía del Gobierno de primar la calidad por encima de la cantidad». Pero también en este apartado el crecimiento se ve mermado, ya que en el verano de 2024 el ascenso fue de más de un 13% al elevarse desde los 49.279 millones de 2023 hasta los 55.846 del verano pasado.

Omitiendo este dato, el primer espada de Industria asegura que las políticas del Gobierno para la desconcentración del turismo surten efecto y en las comunidades autónomas tradicionalmente menos turísticas el crecimiento del gasto es superior a las de las más visitadas (Andalucía, Comunidad de Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias). «Estas comunidades experimentarán unas tasas interanuales de crecimiento del gasto entre el 8% y el 13%, mientras que las tasas de crecimiento de las seis comunidades principales fluctuarán en una horquilla entre el 1% y el 3%», predijo el catalán.

La tendencia del turismo hacia la estabilización ocurre en un momento en el que el valor que aporta a la economía española está más arriba que nunca. Lo recordaba esta misma semana la Cámara de España con la presenteación de un informe que pone cifras al avance que ha tenido desde 2019, que fue un año récord antes de la parálisis del flujo turístico que generó la pandemia durante todo 2020 y buena parte de 2021. Según este documento, cuando hace seis años el sector aportaba el 14,8% del valor de la producción de la economía, el 15,0% del Valor Añadido Bruto (VAB) y el 13,9% del empleo nacional, en 2023 pasó a generar el 15,3% del valor total de la producción nacional (430.987 millones de euros), el 16,2% del VAB y el 14,6% del total de empleos en España ya sea de manera directa o indirecta.