Elon Musk entra con un lavabo en la sede de Twitter y cambia su cargo a «tuitero en jefe» un día antes de finalizar el plazo de compra

En otro mensaje, el dueño de Tesla ha señalado que ha conocido a «mucha gente guay en Twitter» durante su visita. Todo hace pensar que la operación ha salido bien, teniendo en cuenta no solo la publicación, sino el cambio en su perfil en la red social, en el que ahora se describe como «tuitero en jefe».

Reuters informó el martes de que los inversores de capital, incluidos Sequoia Capital, Binance, Qatar Investment Authority y otros, habían recibido la documentación necesaria para el compromiso financiero de los abogados de Musk.

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La finalización del acuerdo marcaría el final de una demanda de Twitter, que, junto con los inversores, ahora espera que el acuerdo se complete en sus términos originales de 54,20 dólares por acción.

Las acciones de la compañía cerraron a 53,35 dólares en la Bolsa de Nueva York el miércoles y subieron un 1% a 53,90 dólares en operaciones extendidas, ligeramente por debajo del precio de oferta de Musk.

Las acciones de Twitter Inc dejarán de cotizar este viernes, según ha informado la web de la Bolsa de Valores de Nueva York, ya que es la fecha tope ordenada por la corte para cerrar el acuerdo de compra de 44 mil millones.

Durante su visita a la sede de San Francisco, Musk ha anunciado a los empleados de Twitter que finalmente no planea recortar casi el 75% del personal de la red social si finalmente toma el control de la misma, según ha informado este miércoles la agencia Bloomberg.

Después de que la semana pasada el magnate anunciara ante los inversores de la red social sus planes para recortar en tres cuartas partes la plantilla, Musk ha afirmado ante los trabajadores que finalmente tal recorte no entra en sus planes.

No obstante, Twitter ya esperaba despedir a parte de su equipo debido a factores económicos, lo que habría generado estrés entre los trabajadores. Con todo, un recorte de plantilla no solo afectaría a los trabajadores, sino también a la infraestructura de la compañía y a los centros de datos que permiten el funcionamiento de la red social, lo que podría afectar a los millones de usuarios de la red, que podrían entrar en riesgo de posibles hackeos.

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