Los países de la «Triple A» exigen más disciplina fiscal a cambio de flexibilizar el Fondo de Rescate
Salgado asegura que España sólo recibe elogios en Bruselas y que el coste de la deuda es soportable
MARIBEL NÚÑEZ
Las dos velocidades en que se encuentra Europa en esta crisis económica empiezan a materializarse hasta en las reuniones. Los países con una situación económica más saneada y que por ello gozan de la mejor calificación financiera para su deuda, la famosa «Triple AAA», se ... reunieron antes del encuentro del Eurogrupo de anoche para diseñar una estrategia común. Estos países (Alemania, Francia, Holanda, Luxemburgo, Finlandia y Austria) consideran como condición indispensable a cualquier cambio en el Fondo de Estabilización Financiera de la Eurozona o Fondo de Rescate un plan de mayor rigor fiscal.
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, aseguró anoche en rueda de prensa que le parecía normal que algunos países se reunieran al margen del encuentro oficial y negó cualquier fraccionamiento del grupo global, tal y como se había insinuado.
La cuestión de fondo es que la flexibilización del Fondo de Estabilización de la Eurozona , que podría pasar entre otras posibilidades por la ampliación de su montante actual (750.000 millones de euros de los que 440.000 corresponden a aportaciones de los países europeos), necesita el acuerdo de todos los países, y sobre todo de los que más contribuyen a él, reparto que se hace en función de las aportaciones al capital del Banco Central Europeo.
En todo caso Francia y Alemania, que ya se han negado entre bambalinas al aumento de sus aportaciones, condicionan cualquier flexibilización al hecho de que haya un plan de actuación global de medidas contra la crisis de la deuda, dentro del que estaría el aumento del rigor fiscal y una mayor coordinación de políticas económicas, aspecto en el que trabaja ya la Comisión Europea dentro del conocido como «semestre europeo».
Así las cosas de aquí a la Cumbre de la Unión Europea de marzo habrá negociaciones a todas las bandas para que los jefes de Estado puedan rubricar un acuerdo global para atajar la crisis de la deuda e incluya, eventualmente, cambios en el Fondo de Estabilización para que su capacidad real se acerque a la teórica, lo que no sucede ahora como consecuencia de las garantías obligatorias que tienen que poner los países a la hora de contribuir al Fondo.
La ministra española de Economía, Elena Salgado, por su parte, negó esta mañana a la entrada de la reunión del Ecofin que los países de la «Triple A» estén pidiendo más rigor fiscal a los países y que, al contrario, «nuestro país sólo recibe elogios en Bruselas, aunque está mal que yo lo diga así». Juncker anoche elogió a España y a Portugal por los planes de ajuste fiscal y reformas estructurales que han puesto en marcha para luchar contra la crisis de la deuda.
Salgado añadió en relación con la subasta de bonos realizada ayer por el Tesoro español, donde se colocaron 6.000 millones de euros en bonos a 10 años a un tipo de interés del 5,6%, el más alto en la última década, que «España no tiene un problemas de financiación y que la carga de intereses que paga España respecto al PIB es de las más bajas de la Unión Europea».
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