En busca de un Gobierno que evite el desastre griego

Tanto Papandreu como Samarás han estado recibiendo constantes presiones y consejos no sólo de sus diputados, sino de aliados europeos que les han avisado seriamente de la gravedad de la situación de este país, hundido en la recesión y con un estado que se queda sin liquidez dentro de unas semanas.

Papandreu se ha reunido con Evánguelos Venizelos ayer tarde, para tratar oficialmente de los temas del Eurogrupo de mañana lunes, dónde el todavía ministro de Finanzas representará al país.

El Presidente de la República mantendrá también contactos con los restantes partidos políticos representados en el parlamento.

Toda Europa ha dejado claro que si el gobierno griego no se compromete a hacer lo necesario, no habrá dinero . Los griegos por su parte han comprendido que sin este dinero, no hay salvación posible. Y la izquierda, empecinada en elecciones generales , como si esto fuera a solucionar el actual problema, se está quedando sin voz y sin gente en la calle: los griegos están tan preocupados que ni van a las manifestaciones.

Los comentaristas piensan que la decisión del lunes de Papandreu de convocar un referéndum y de pedir el voto de confianza el lunes hasta el voto de este viernes han hecho perder al país una semana , paralizando al parlamento en vez de continuarse los debates y votaciones del presupuesto y de la reforma fiscal, pero además han hundido su poca credibilidad restante. Sus repetidas declaraciones de “ no estoy pegado a la silla ”, dando a entender que no exige seguir siendo primer ministro, suenan vacías. Sus propios diputados le quieren quitar la silla ahora mismo para no perder sus escaños, porque está claro que en las próximas elecciones tendrán serios problemas para ser reelegidos.

Samarás por su parte se muestra partidario de apoyar todas las medidas necesarias para conseguir el nuevo paquete de rescate . Pero inspirado por lo recientemente ocurrido en Portugal, quiere ser lo suficientemente fuerte para cambiar algunas condiciones, sin comprender que es ya muy tarde.

Al escribir estas líneas se barajan muchos nombres y muchas personalidades. Y además de los dos partidos principales, socialista y conservador, están dos escisiones que quizás puedan aportar algo: la del partido conservador encabezada por la ambiciosa Dora Bakoyani , hija del antiguo primer ministro Costas Mitsotakis y enemiga jurada de Samarás; y la de la izquierda, encabezada por Fotis Kuvelis . Pero también el partido populista de Yorgos Karatzaferis , LAOS, que podría jugar un papel crítico.

Pero serán Papandreu y Samarás quienes decidirán si este país se hunde o no en el día de hoy. Para aprobar todo lo relacionado con el nuevo paquete de medidas se necesitan 180 votos y sabiendo que los dos partidos de izquierda (radicales, con 9 diputados y comunistas con 21) no aceptarían otra cosa que elecciones anticipadas, sin los socialistas (153 escaños) no se consigue este número. Pero tampoco los socialistas con los 16 escaños del partido LAOS y varias escisiones de derechas e izquierdas (menos de 10) lo conseguirían sin los conservadores (85 diputados).