Francia anuncia 65.000 millones en recortes durante «los próximos años»

Fillon ha dramatizado gravemente el nuevo plan anunciando “medidas draconianas”: “Francia deberá realizar 65.000 millones de economías, los próximos años”. Recortes prometidos, “para los próximos años”, con unos antecedentes catastróficos.

Fillon fue el primero en denunciar, hace dos años, que “Francia está al borde de la bancarrota”. El nuevo plan de rigor nacional es presentado con esta sentencia: “Los franceses hemos vivido a crédito durante treinta años, incrementando sin cesar nuestra deuda nacional. Ha llegado el momento de acelerar las reformas comenzadas el 2007, para adaptarnos a una realidad con menos crecimiento económica y nuevas exigencias de rigor presupuestario europeo”.

Para conseguir el objetivo de los 65.000 millones de recortes, “los próximos años”, el gobierno de Nicolas Sarkozy comienza con mucha prudencia: 2.000 millones de recortes este año, seguidos de 18.000 millones de euros de recortes entre el 2012 y el 2013. Según Fillon las reducciones deberán “acelerarse, más tarde”, hasta conseguir los objetivos de la “regla de oro” europea el 2016.

Con un crecimiento previsto del 1 por ciento en 2012 y una deuda pública próxima al 90 por ciento del PIB, el primer plan de austeridad anunciado el verano pasado ha quedado obsoleto en pocas semanas. Y el nuevo plan, tras la agravación de la crisis de la deuda pública, en toda Europa, presentado por Fillon, para evitar a Sarkozy la “primera línea” de la crisis, quizá sea uno de los más graves de la historia económica del último medio siglo.

A corto plazo, intentando evitar la pérdida de la triple A, entre las agencias de notación, Fillon anuncia una batería de proposiciones relativamente modestas, dividas en varios capítulos capitales: menos gasto público, más trabajo, más impuestos.

En el terreno de los recortes del gasto público, Fillon anuncia recortes generalizados en todos los ministerios , por un montante de unos 2.000 millones de euros, este año. Los sueldos del presidente y los ministros quedan congelados. Las prestaciones sociales y la sanidad serán congeladas, con aumentos que no excederán el 1 por ciento del crecimiento económico nacional. El gobierno Sarkozy invita a los dirigentes de las grandes empresas a “revisar” o “congelar” sus salarios , “para dar ejemplo de responsabilidad”.

Fillon anuncia una “aceleración” muy modesta de la reforma de las pensiones. Hace meses, Francia decidió elevar la edad de jubilación de 60 a 62 años, a partir del 2018. Esa fecha se avanza al 2017, con nuevas medidas de “liberalización” de la posibilidad de seguir trabajando, libremente, siempre que haya un acuerdo entre empresas y trabajadores.

Capítulo importante, el de la mayor imposición, que tendrá muchas formas. Se incrementará el IVA en varios sectores, para pasar del 5 al 7 por ciento. L as “grandes empresas” y “contribuyentes afortunados” deberán pagar más impuestos , con incrementos que pudieran alcanzar el 5 por ciento.

La puesta en práctica del nuevo plan de recorte de 65.000 millones de euros, “durante los próximos años”, quizá esté “acompañada” con nuevas medidas de “adaptación” a la crisis, cuando las perspectivas de crecimiento económico son muy modestas (1 por ciento el 2012) y se teme el incremento inexorable del paro.