El FMI recorta medio punto el crecimiento de España para este año y rebaja el optimismo del Gobierno

La organización también pone en entredicho la tasa de desempleo proyectada por el Ejecutivo en los Presupuestos para 2021 y 2022. Así, el FMI sitúa en el 15,5% el desempleo para este año y el 14,8 para el siguiente. En las cuentas públicas el Gobierno augura un 15,2% al cierre de este ejercicio y un 14,1 en 2022.

A pesar del hachazo, España seguirá siendo una de las grandes economías que más crecerá este año, un hecho que se daba por descontado tras ser la más castigada en 2020 por el Covid , donde el desplome fue del 10,8%. Sin embargo la recuperación no tiene la misma fuerza. El FMI sitúa ya a vecinos como Francia o Italia, cuyos retrocesos el pasado año fueron menos intensos , por encima. Este último con un alza del 6,3% en Producto Interior Bruto, respecto al 5,8% que marcaba en su anterior informe en el mes de julio.

Así las cosas, el FMI también revisa al alza la economía de la Eurozona, que ya sitúa en un crecimiento del 5% a finales de año. En julio, la previsión era del 4,6%. A pesar de estos avances, la organización que lidera Kristalina Goergieva , alerta de que el impulso de recuperación mundial se está debilitando, «obstaculizado por la variante Delta» del Covid-19.

Muy diferente son las previsiones para España en 2022. El FMI ha revisado al alza las previsiones para ese periodo en lo que respecta con nuestro país. Así, espera que el curso que viene España avance un 6,4%, un 0,6% más que en la última revisión realizada en julio. De esta manera, la economía española sería la que más crecería entre los países más avanzados, aunque crecería más de medio punto menos de lo trazado por el Gobierno en los Presupuestos.

Entre otros factores, el FMI avisa sobre la incidencia de la inflación (en España la sitúa en un 2,2% este año) que tiene en jaque a la cadena de suministro provocado por «unas interrupciones más prolongadas de lo esperado, lo que está alimentando la inflación en muchos países», señala el organismo.

«Las interrupciones del suministro plantean otro desafío político. Por un lado, brotes pandémicos y las alteraciones climáticas han provocado una escasez de insumos clave y han reducido actividad manufacturera en varios países. Por otro lado, esta escasez de oferta, junto con la liberación de la demanda reprimida y el repunte de los precios de las materias primas, han causado que la inflación de los precios al consumidor aumentara rápidamente en Estados Unidos (EE. UU.), Alemania y muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo», aclara el organismo.

En la organizacion también preocupa la ralentización de crecimiento de las economías menos desarrolladas como consecuencia de la gran «brecha de vacunación» y las grandes disparidades en las políticas económicas de apoyo frente al Covid. «Si bien más del 60 por ciento de la población de las economías avanzadas está vacunados y algunos ahora están recibiendo inyecciones de refuerzo , alrededor del 96 por ciento de la población de los países de bajos ingresos sigue sin vacunarse» concluye.