El IPC se pone al día

A pesar de que no se puede asegurar que haya sido un prodigio de reflejos, la renovación es significativa. De la muestra saltan productos y servicios que van a parar directamente al baúl de los recuerdos, como los CD grabables o el alquiler de películas , y entran por la puerta grande otros con plena vigencia, como las tabletas electrónicas, los «notebooks» , los discos duros portátiles , los servicios de logopedia e incluso la depilación por láser.

El INE revisa la cesta de la compra cada lustro, y también la ponderación de los productos que la componen, para adecuarla a los nuevos hábitos y mitigar esa sensación que embarga habitualmente al consumidor de que el agujero de su bolsillo y lo que refleja el IPC habitan en dos mundos paralelos.

En todo caso, el subdirector de Estadísticas Coyunturales y de Precios del INE, Ignacio González Veiga, aseguró ayer que las novedades «no son trascendentales», por lo que no se modificarán las series anteriores del IPC ni tampoco se esperan variaciones en la tendencia de la inflación.

En lo que respecta al peso que cada producto tiene dentro del índice, la mayoría mantienen con ligeros cambios la ponderación que tenían con la base anterior, aunque destaca el i ncremento del 2,9% de la de los transportes , debido al aumento de precios de carburantes y lubricantes. El sobreprecio de la energía es lo que ha motivado también que la rúbrica de vivienda pondere un 2,6% más. Por el contrario, la caída de los precios provoca que descienda un 2,9% el peso de vestido y calzado y un 3,3% el de las comunicaciones.