El poder de los gigantes del mar, cien años después del Titanic

Pero eso no cambia en nada el credo de los astilleros navales y de sus directores, las compañías de cruceros, que dependen de estos inmensos barcos de vacaciones, balnearios sobre el mar, para su desarrollo.

Trece nuevos buques engordaron la flota mundial el pasado año, de los cuales cuatro tienen capacidad para al menos 2.500 pasajeros. Una quincena de barcos se esperan para 2012 , al menos cinco de grandes dimensiones.

Y la tendencia continúa. A mitad de marzo, la compañía MSC ordenó la construcción de un navío de 333 metros de largo, con capacidad para más de 5.700 personas. Días después, Royal Caribbean International anunciaba el encargo de un buque para 4.200 personas.

Tras el accidente del Concordia, la profesión se apresuró a recordar que un naufragio tan mortal era rarísimo y que el riesgo, si no es cero, en cualquier caso, es significativamente menor que otros medios de transporte.

Pero las más altas instancias internacionales del sector no han tenido más remedio que ordenar auditorías para revisar los procedimientos y mejorar aún más las normas. «Tras el accidente del Concordia, es necesario tranquilizar a los clientes sobre las condiciones de seguridad, sobre todo para los que viajan por primera vez en crucero», opina el director general en Francia de MSC Cruceros , Erminio Eschena, designado durante el suceso del Concordia como uno de los cinco portavoces de la industria del crucero en Europa.

Se perciben sin embargo preocupaciones sobre esta tendencia al «gigantismo» , sobre todo entre ciertos profesionales, como los guardacostas que ayudan en caso de necesidad a los capitales de los barcos.

El presidente de la Asociación francesa de capitanes de barcos ( Afcan ), Jacques Loiseau, criticaba recientemente la «deriva del gigantismo», estimando que «incluso en las mejores condiciones, con semejante tamaño (buques como el Concordia) nunca se salvarán todos»

El Titanic medía unos 270 metros y podría albergar a más de 3.300 personas, tripulación incluida. Se hundió en abril de 1912 en el Atlántico norte, con 2.200 personas a bordo y registró 1.500 muertes, una tragedia sin precedentes.

El Concordia , que era el buque insignia de Costa, medía 290 metros de largo por 38 de ancho, con trece puentes y capacidad para 4.900 personas.

Aumentar hasta ese punto la capacidad permite economías de escala para las compañías de cruceros, que buscan aprovechar al máximo este mercado en plena expansión. Las asociaciones profesionales registraron en 2011 un record de 16 millones de cruceristas en el mundo , con los americanos en cabeza.

En Europa, donde los británicos son los más aficionados, se llegó por primera vez a los 6 millones de viajes el año pasado. Francia creció un 14%, alcanzando los 441.000 viajes vendidos.

Costa Cruceros ha multiplicado por diez su tráfico en diez años , pasando de los 363.000 pasajeros en 2000 (las filiales alemanas y españolas incluidas) a 2,89 millones en 2010.

Y MSC sueña con duplicar la cifra en pocos años. Para el futuro, el grupo está pensando en barcos «que serían más cortos» ... pero «significativamente mayores».