Obama contraataca y dice que «EE.UU. siempre será un país de triple A»

«Los mercados subirán y bajarán, pero esto es Estados Unidos. Da igual lo que diga una agencia, siempre hemos sido y siempre seremos un país triple A», aseveró. Wall Street, sin embargo, horas después del discurso de Obama, cerró con fuertes pérdidas en respuesta a la rebaja de la calificación de la deuda soberana de EE.UU. Y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, acabó con un acusado descenso del 5,55 % con el que perdió los 11.000 puntos por primera vez desde noviembre.

Obama dejó claro que hay que tomar medidas que reduzcan el déficit y afirmó que espera que la nueva calificación haga ver a los legisladores americanos la urgencia con la que se necesitan. El presidente mencionó entre sus propuestas la reforma fiscal aludiendo a la controvertida subida de impuestos a las grandes fortunas. «Los que se lo pueden permitir deberían pagar su parte», añadió.

Para buscar soluciones al turbulento momento que pasa el país, la Reserva Federal ha convocado una reunión para hoy en Washington. Durante este encuentro, la institución tratará de adoptar medidas que animen la recuperación económica , algo muy probable ya que en julio su presidente, Ben Bernanke, ya garantizó que el banco central estadounidense estaba preparado para suministrar nuevos estímulos.

Y es que Standard & Poor's parece no querer darle tregua a la economía americana. Ayer fue el turno de las agencias hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac y otras entidades como 32 bancos y uniones crediticias y tres grandes cámaras de compensación. Todos han pasado de «AAA» a «AA+». Según S&P, la rebaja se debe a que todos manejan deuda expuesta a la volatibilidad de EE.UU.

Por su parte, el director general de la agencia, John Chambers, declaró que no ven en el horizonte inmediato que EE.UU. recupere la máxima nota de su deuda , ya que para ello debería haber mayor consenso entre partidos sobre la política fiscal. Desde la agencia recodaron con sorna que ningún país lo ha conseguido en un periodo inferior a nueve años.

La administración de Estados Unidos ha demostrado un comportamiento caprichoso respecto a las agencias, mirando para otro lado cuando estas rebajan la deuda de otros países, pero poniendo el grito en el cielo cuando esas mismas agencias, en un ataque de racionalidad, cuestionan su acomodada posición.

Muchos han levantado la voz para quejarse sobre la nueva nota asignada por S&P a la deuda de EE.UU. La que más ha resonando ha sido la de Timothy Geithner, secretario del Tesoro de EE.UU . Poco después de confirmar que no abandonaría su cargo, Geithner vilipendió la labor de S&P en la cadena americana CNBC. «Ha mostrado un terrible juicio y han manejado la situación pobremente», comentó Geithner.

Pero a la amenaza de Standard & Poor's de rebajar de nuevo la nota de la deuda del país en los próximos meses se suman ahora Moody's y Fitch, temerosas de ser la segunda agencia en lanzarse a la piscina de la rebajas. Moody's alertó ayer sobre una posible rebaja de la nota de la deuda soberana de EE.UU. antes de 2013 si el país no adopta nuevas medidas para reducir el déficit público. Y por su parte, Fitch mantiene abierto el proceso de revisión de su «rating», un proceso que concluirá a finales de agosto y en el que la agencia tendrá en cuenta las perspectivas fiscales y económicas a medio plazo del país.