La agencia de calificación Moody's amenaza con rebajar la deuda de EE.UU.

Ayer, la agencia Moody's anunció que ponía en revisión la calificación de deuda de EE.UU. ante la posibilidad de que no alcance un acuerdo que eleve el techo presupuestario de este país. Después de la advertencia de junio, ahora ha dado un paso más al indicar que ha situado la calificación del bono en «Aaa», lo que podría significar una inminente rebaja del «rating». Moody's señaló que «están aumentando las posibilidades» de que el Congreso estadounidense no alcance un acuerdo para elevar el límite del endeudamiento de este país.

En este sentido, la Reserva Federal estadounidense está dispuesta a actuar en su política monetaria en el caso de que las dudas de la economía de Estados Unidos no se aclaren a corto plazo. El presidente de la Fed, Ben Bernanke, anunció ayer que el Banco Central podría volver al instrumento de «quantitative easing» (QE), puesto en marcha en el año 2009 y cuya segunda edición se dio por terminada en junio. Entonces, la Fed decidió dar por acabado el programa de compra de bonos por valor de 600.000 millones de dólares, realizada con dinero creado electrónicamente.

«Dado el abanico de dudas sobre la fortaleza de la recuperación y de las perspectivas de inflación a medio plazo, la Reserva Federal permanece preparada para responder si los acontecimientos económicos indican que un ajuste en la política monetaria es apropiado», declaró Bernanke en su comparecencia ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes. Mostró su esperanza en que la economía se fortalezca en lo que queda de año.

Según el presidente de la Fed, «se mantiene la posibilidad de que la debilidad económica sea más persistente de lo esperado y que el riesgo de deflación pueda emerger de nuevo, implicando la necesidad de una política de apoyo adicional». Entre la lista de opciones que tiene la Reserva Federal, Bernanke mencionó el proveer «una guía más explícita» acerca del tiempo que seguirá la política de tipo de interés extremadamente bajo. De momento, el Banco Central estadounidense solo ha dicho que el margen de entre 0% y 0,25% se mantiene por un «extendido periodo de tiempo», sin mayores especificaciones.

Para salir del callejón en el que se encuentran las negociaciones, se ha presentado un plan republicano para que el actual límite de 14,3 billones de dólares sea elevado automáticamente en 2,5 billones siempre que Obama se comprometa a unos recortes del gasto al menos por la misma cantidad. Ello evitaría a los republicanos tener que pactar un acuerdo comprensivo que suponga la elevación de impuestos, como quiere Obama.