Grecia, al borde del precipicio

Pero lamentablemente no ha sido suficiente para sacar al país de sus apuros. Al finalizar esta semana los expertos de la troika —formada por las tres instituciones— dieron el visto bueno a los nuevos planes de reajuste, recortes y privatizaciones a medio plazo del Gobierno heleno, sin cuya aprobación Grecia no cobrará la quinta parte del rescate, esos 12.000 millones que tendría que recibir a finales de junio. Y sin olvidar que para mediados de julio el Estado no tendrá ya dinero para pagar salarios y pensiones públicas. Por ello el nuevo programa acordado y denominado Marco Estratégico Financiero a Medio Plazo para 20011-2015, que será presentado por el ministro de Economía al Consejo de Ministros este lunes, será votado en el parlamento por la mayoría socialista esa misma tarde. El objetivo es reducir el deficit al 1% del PIB y las medidas para 2011 representarán un doloroso ahorro de 6.400 millones para no superar el 7,5% del PIB , frente al 10,5% de 2010. En septiembre se anunciarán las medidas para 2012, y a mediados de dicho año, las de 2013.

Las cosas han llegado al punto de que los expertos ya no creen en que los esfuerzos del gobierno socialista sean suficientes, viendo que sus leyes no acaban de aplicarse y que muchas decisiones se quedan sólo en la letra. Y por ello habrá una presión constante sobre las fechas de las privatizaciones y sobre todos los objetivos de la política fiscal. Los expertos constatan que la evasión fiscal —ya, una característica típica griega—, ha seguido ocurriendo en los últimos meses y calculan que cuesta al Estado unos 30.000 millones al año. Los ministros de Finanzas, Justicia y Desarrollo griegos se han puesto de acuerdo en acelerar las recaudaciones, nombrando a un antiguo fiscal anti-terrorista para dirigir dicho programa y el Gobierno se ha comprometido en obtener al menos 11.000 millones hasta 2013 provenientes de nuevas contribuciones fiscales.

Aún así, la troika pide que un equipo de expertos extranjeros se podría ocupar no solo de las privatizaciones, sino de la recaudación fiscal, planteando un problema de soberanía a los orgullosos —pero quizás también incompetentes o impotentes— funcionarios públicos griegos encargados de estos cometidos. El Gobierno por su parte se ha comprometido a efectuar recortes adicionales de al menos 6.000 millones este año, llegando a un total de 28.000 millones en 2015. Con ello espera, junto con una reducción y fusión de organismos estataleas, evitar la temida reestructuración de la deuda.

La última hora no es muy alentadora para la ciudadanía. Porque, sin duda, se acercan más ajustes y penurias . El Gobierno anunciaba el viernes que había recibido el visto bueno de la UE y del FMI a las nuevas medidas de austeridad y privatizaciones con las que pretende reducir el déficit y desbloquear la llegada de nuevas ayudas.